La boda de Cristian y Alba en Montornes Del Valles, Barcelona

El día de nuestra boda

¡Nuestra boda fue desde el primer momento superemotiva! A mi marido le tenía una sorpresa preparada que no se esperaba en su casa y a la entrada de la iglesia. Él es costalero de Jesús y en su casa, su hermana le entregó una bolsa con un costal (lo que llevan en la cabeza debajo del paso) con la fecha de nuestra boda. Por lo que me han dicho, ¡se derrumbó!

Mi entrada a la iglesia fue diferente, entré con una banda con una marcha, ‘Estrella Reina del Cielo’ se llama la marcha. Él no sabía nada y cuando me vio entrar, se volvió a derrumbar. Estaba supernerviosa, entré con mi padre de un brazo y con mi abuelo del otro. Cuando lo vi al final del pasillo, me derrumbé, ¡intenté no llorar por el maquillaje, pero fue imposible no hacerlo! Cuando por fin llegué a él, nos fundimos en un abrazo que siempre recordaré. Pero ahí no acabó todo, ¡la ceremonia fue especial y muy nuestra! En nuestras caras se ve la felicidad y el amor que desprendemos. Cuando acabó la ceremonia y salieron todos, nos tocó a nosotros salir; nos bañaron en arroz y pétalos de rosa y ahí estaba la banda tocando su marcha favorita, la Saeta. Vamos viendo y todos lloraban de emoción, nadie sabía nada, ¡solo mi cuñada y yo! Mi marido me dice que es algo que recordará para siempre. Nos regalaron de sorpresa una superlimusina blanca, que nos llevó a la iglesia y después nos fuimos los dos hasta el convite bebiendo cava y hablando de todo tranquilamente, ¡fue muy íntimo y muy nuestro!