La boda de Chris y Anabel en Alcala De Guadaira, Sevilla
Al aire libre Verano Rosa 6 profesionales
C&A
06 Ago, 2022El día de nuestra boda
La maquilladora y la peluquera llegaron a mi casa a las 12 de la mañana, que fue cuando mi madre y yo empezamos a arreglarnos. Fue un momento en el que aproveché para relajarme y disfrutar de cómo me cuidaban. Todo estaba muy tranquilo hasta que llegaron mis seis damas de honor -y mejores amigas- a las 17:45 con el fotógrafo y la videógrafa. La verdad que la hora “crítica” o en la que realmente iba con más prisa fue de 18 a 18:50, hora a la que llegaron mi tío con el coche y mi padre para recogerme.
Hubo algún que otro momento de estrés en ese momento, pero conseguí llegar a las 19:00 a la iglesia… ¡Algo muy importante considerando que me casaba con un inglés! A pesar de que no era el día más fresco del verano, me alegro mucho de que la ola de calor ya hubiese pasado. Mi prima me cantó al entrar y pude ver desde la puerta como a mi futuro marido se le saltaban las lágrimas al verme. La misa fue bastante bien y no me sentí nerviosa, de hecho, lo recuerdo como un momento distendido con alguna risa que se me escapaba cuando algo no salía del todo como pensábamos.
Seguir leyendo »¡Mi padre lloró y ahí ya lloré yo también! Lo más divertido fue salir y que nuestros amigos y familiares nos tiraran arroz, con cara de sorpresa de algún británico jajaja. Llegamos al hotel donde celebrábamos el convite y entramos con una de nuestras canciones favoritas… Qué bonito fue ver a todos nuestros amigos y familiares allí y poder, por fin, hablar con ellos. Ya me habían advertido de que muchos novios no comen por los nervios… Y no iba a dejar que ese fuera mi caso. La comida estaba espectacular, desde los canapés hasta los postres. Creo que mi momento favorito fueron los discursos, algo que es muy común en Inglaterra y que a lo que yo era algo reticente al principio.
Mi mejor amiga hizo un discurso como dama de honor (o maid of honor) que sin duda, fue lo mejor de todo. Después pasamos a la barra libre con la música de mano de Singa&Olé y más tarde el DJ. Fue increíble ver a dos culturas mezclándose, ingleses y españoles bailando y riendo juntos a pesar de la barrera del idioma. Mi suegro y mi tío sentado a en una esquina, riendo y “hablando”, algo que digo entre comillas porque ni mi suegro habla español ni mi tío inglés, pero se lo estaban pasando estupendamente.
Cuando nos quedaba más de hora y media de barra libre, se fue la luz en todo el barrio, lo que hizo que el DJ tuviera que parar. Entiendo que esto puede ser la pesadilla de cualquier novia, pero los integrantes del grupo y el DJ se las apañaron con guitarras para crear un corro y cantar. La gente bebía y hablaba, todo una mezcla de español e inglés en los jardines con la luz de la luna -que permitió que la magia se diera y algunos invitados desaparecieran… Siempre se dice que de una boda sale otra!-. La luz volvió más tarde y todo llegó a su final natural.
¡Mi boda no fue perfecta, tuvo varias cosas que podrían haber salido diferente, pero, sinceramente, no la cambiaria por nada del mundo! Mi único consejo a otras novias es: ¡disfrutad vuestro día, la gente estará bien y todo saldrá como tiene que salir!
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