La boda de Chema y Noemi en Segurilla, Toledo

El día de nuestra boda

¡Hola! He decidido aprovechar las 7 horas de tren de Sibiu a Timisoara para escribir esta crónica.

Podría decir que el día de mi boda fue genial, pero no sería justo, ya que todo el fin de semana fue épico, increíble.

Alquilamos una casa rural para estar todos los amigos juntos y fue genial, la noche del viernes al sábado no dormimos nada, de risas y recordando viejos tiempos. Al día siguiente de resaca y destrozada, pero con ganas de más.

En la ceremonia, que fue civil, hablaron algunos amigos y familiares, fue increíble y muy emotivo. Todo el mundo flipó con la decoración y demás detalles frikis que nos curramos, de hecho, al final de la boda me pidieron cosas y acabé regalando prácticamente toda la decoración.

La gente disfrutó un montón y bueno, los amigos, impagables, fue como volver a los 17 o veintitantos, porque a pesar de los años y de los cambios en nuestras vidas, seguimos siendo los mismos, auténticos, locos, gamberros...

¡Un fin de semana y una boda que no olvidaré jamás!