La boda de Carlos y Guadalupe en Torremolinos, Málaga

Al decir los votos estaba muy nerviosa, pero fue muy bonito. Lo mejor de la ceremonia para mí fue el beso final.

Cuando salimos tuvimos que tener mucho cuidado con el arroz que nos tiraron, que no nos cayeran en los ojos. Después nos hicimos fotos con los familiares por los alrededores. Y luego nos hicieron el reportaje fotográfico de boda en un jardín botánico.

Cuando terminamos las fotos en los jardines nos fuimos al lugar de la celebración de nuestra boda, el restaurante Hacienda el Romeral del Rocío. Allí nos esperaban todos los invitados. Nosotros llegamos a la mitad del cóctel de bienvenida.

Cuando todos los invitados ya estaban dentro de nuestro salón, entramos mi marido y yo. Nada más entrar de pie brindamos los dos con las manos entrelazadas y dimos comienzo al banquete.

La comida del restaurante estuvo exquisita y la atención del personal excelente. Antes de la tarta repartimos los detallitos de boda y nos hicimos una foto con cada mesa para tener de recuerdo de todas las personas que asistieron a nuestra boda.

Nuestra tarta la trajeron adornadas con bengalas y unos muñecos de novios muy bonitos, era de turrón y yema, estaba riquísima.

Después de la tarta comenzamos la fiesta con el baile nupcial, nuestro baile fue especial ya que ensayamos una coreografía de música lenta y luego empezamos a bailar una canción más marchosa. Estuvo genial, a los invitados les encantó.

Nos lo pasamos genial en nuestra boda y fue inolvidable.