La boda de Camino y Diego en León, León

Estábamos a los pies del Torreón y ellos entrando cuando empezó a sonar una música de fondo y palmas, ¡era un coro rociero! Eso es lo que mi hermana se traía entre manos. A la entrada de él le cantaron Soy andaluz, es de Ubrique, Cádiz, y cuando yo entraba me cantaron, Esta tarde se casa mi niña. Fue una sensación tan bonita, todos los invitados aplaudiendo con el pay pai personalizado entre las manos.

Durante la ceremonia hubo muchas emociones. Mi sobrina Nerea leyó un texto en nombre de nuestro hijo, y era inevitable no emocionarse. Después mi amiga Neli leyó otro texto con mucho significado. Entre lecturas nos cantaban canciones como Quiéreme de Nuria Fergó, Hasta mi final de Il Divo. Hicimos la ceremonia de las velas y mi cuñada Paqui nos dedicó unas hermosas palabras. Leímos nuestros votos en los que no nos olvidamos de mencionar a nuestro ALEJANDRO, quien nos llevó los anillos a regañadientes. ¡Y mira que habíamos ensayado! Pero en ese momento tenía un móvil entre las manos y solo quería ver a Mickey, (Pepo como él le llama) y solo decía Pepo, Pepo, Pepo, pero mi madre le cogió en brazos y se los entregó al papá. Un momento cumbre fue cuando mis tres cuñadas se unieron al coro para cantarnos la SALVE ROCIERA, ¡precioso! Fue realmente una ceremonia inolvidable, fue muy bonito que él pudiera disfrutar de sus raíces ese día.

Después llegó el momento de la enhorabuena y seguidamente las fotos, yo tenía un hambre… Y fotos y más fotos y vídeo y yo que pisaba el vestido, no sé por qué pero pisaba el vestido cada rato.

Llegamos al restaurante y entramos por el jardín donde se servía el aperitivo y allí estaban colocados nuestros meseros. Eran molinos de viento en forma de flor. ¿Molinos por qué? Pues nos conocimos en Mallorca y como allí son típicos los molinos pues quisimos que algo de la tierra que nos unió estuviera presente en este día. Después nos fuimos al salón que se llamaba Alejandra , como muestro pequeño, EMOCIONANTE cuando entras en ese salón y suena la canción elegida, y todos los invitados aplaudiendo, en nuestro caso sonó Muy dentro de mí de Marc Anthony.

El banquete iba transcurriendo bastante tranquilo, la verdad, hasta que los camareros aparecieron con botellas de champán y bengalas con una canción muy movidita y mi cuñado Lopéz hizo un baile muy particular, todos terminamos muertos de risa con él.

Llegó el momento de la tarta, ésta bajó del techo y nuestra CANCION DE BODA, de Demis Rouso, cortamos el pastel y a seguir con el banquete.

De repente sonó una canción de Alejandro Fernández, el preferido de mi hermana, y me levanté con el ramo entre las manos y se lo entregué. Aquello era un mar de lágrimas, un momento muy bonito para las dos, terminamos bailando estilo mariachi y todo.

Entregamos los detalles, que había muchos por cierto. La madrina: un llavero de piel con bombones; el padrino: una botellita de vino; el novio: un monedero de piel y yo un neceser de piel. Todo artesano, hecho a mano de piel de UBRIQUE. ¡Patrocinando el pueblo de mi marido!

¡Y nos fuimos a bailar! Solamente tú, de Pablo Alborán. Seguidamente todos salieron a bailar y sin parar, ¡madre mía, cuánto bailamos todos! En medio del baile reunimos a las solteras y mi marido empezó a quitar ligas de mis piernas para ponérselas a ellas, unas muy tímidas y otras… ¡que atrevidas! ¡Con esos bailes! ¡Y con mi recién marido! Les gustó mucho a todos.

Casi al finalizar pusieron fuentes de chocolate con dulces y frutas , cuando de repente pusieron un proyector y vídeos de nuestros amigos que no habían podido asistir dedicándonos bonitas palabras y mucha felicidad. También un vídeo de nuestro amigo Ezequiel con unas canciones dedicadas para nosotros. A Diego, mi marido, le dedicó un pasodoble chirigotero. Él canta en una chirigota, yo se lo había pedido días atrás y cumplió su promesa. Lo que yo no sabía es que yo también tenía sorpresa y tenía mi canción, ¡qué bonitas! ¡Qué significado tiene esa letra!

Y llegó la hora de despedir a todos, había sido un día intenso, lleno de sorpresas, alegría, de buena gente. El día de nuestra boda, un día que se ha quedado marcado en nuestro recuerdo y en nuestros corazones.