La boda de CACIKE y NEREA en Aldea Del Fresno, Madrid

Mientras que pensábamos en la decoración, también estuvimos con otras cosas como el traje del novio personalizado, el vestido de novia, los pajes y todo lo que conlleva. En el caso de mi marido, se decantó por un traje de la diseñadora Lola Vintage inspirado en los años 40. Yo fui más clásica y me decanté por un precioso vestido de Rosa Clará de la colección de 2019, aunque le introduje una falda personalizada. Mi hija y mis sobrinos fueron vestidos por Quémono y mi tocado fue una obra de arte de La Novia Vintage. Todo encajaba, ya casi lo teníamos todo y los días pasaban con los nervios en aumento.

El camino no fue fácil, tuvimos problemas con la finca respecto a la decoración y el echo de llevar a una persona ajena a ellos como una wedding planner, pero nadie dijo que fuera un camino de rosas y ante las dificultades, ¡más nos hacíamos fuertes!

Alquilamos la decoración exterior, mesas y sillas tipo terraza con espacios chill out en madera, aprovechando los jardines que tiene la finca, pensamos que menos es más y fue todo un acierto, ya que quedó todo perfecto. Respecto a decoración floral tanto de la iglesia como en los puntos estratégicos de la finca y por supuesto, mi ramo. Natalia hizo un trabajo exquisito, sabía que me gustaban los colores fuertes y siempre el rojo.

Y llegó el día. Me acosté nerviosa, pero me levanté eufórica, tenía muchas ganas de que comenzara la fiesta. ¡A las 07.30h comenzamos! Llegaron Angy y Maria de Lapetite belleza y empezaron a desplegar su magia. Nos hacían reír y nos ayudaron a estar más tranquilas, ¡tanto que casi se nos fue la hora! Eso nos lo hemos quedado como anécdota. Como es tradición, llegué algo tarde, ¡pero toda novia tiene que hacer esperar a su novio! Y entonces llegó el 'Sí, quiero', intercambio de anillos, besos, aplausos y viva los novios. ¡Hora de ir a la finca!

Cuando llegué, mereció la pena todo el esfuerzo, estaba todo precioso, tal y como me había imaginado, ¡era mi preciosa wedding rock soñada! Los invitados estaban encantados, sentados como su estuvieran en una terraza, con las sombrillas y al solecito, ya que la temperatura era perfecta. Después del cóctel pasamos al banquete y si el exterior me maravilló, el interior me terminó de enamorar. Una vez más, ¡Mina y Natalia hicieron un trabajo espectacular! Dieron totalmente en el clavo.

La boda se desarrolló con normalidad, salvo por algún error del DJ que al final hizo con la música lo que le dio la gana, haciendo caso omiso a las peticiones que le realicé; no sé para que nos pasó un protocolo musical. En fin, me quedo con el esfuerzo y el trabajo de La Casa de la Novia, de la fotografía increíble y profesionalidad de Carlos Santana, del photocall que dio tanto juego, de El Bombín Fotomatón y de la alegría y diversión para todos los pequeños con Pasa la Risa. Infinitamente agradecida con su maravilloso trabajo, nunca lo olvidaré, ¡gracias a todos! Y gracias también a todos nuestros invitados que lo dieron todo y más. Mi boda soñada y que volvería a repetir.