La boda de Borja y Auxi en Chiclana De La Frontera, Cádiz

El día de nuestra boda

La tarde de antes me llamó la florista para saber si montábamos en interior o exterior porque daba aviso de lluvia. El día de mi boda sobre las 8 de la mañana recibo un WhatsApp diciéndome que se va a montar fuera, que el tiempo está perfecto. Empezamos perfectamente el día, una buena noticia para comenzar. A continuación, llega el fotógrafo, el videógrafo, la peluquera y la maquilladora. Nos vamos poniendo en situación y empiezan a llegar mis damas, por lo que desde el primer momento estuve muy bien acompañada, relajada y disfrutando de cada momento.

A la hora de irnos fui en un coche antiguo; fue una experiencia brutal. Cuando llegué al sitio de la celebración, que era también donde hacía la ceremonia civil, nada más entrar el coche y ver al novio, me empecé a poner nerviosa en el momento que vi al novio que estaba llorando. Me bajé del coche cuando lo indicó el videógrafo y las damas con los caballeros empezaron a hacer el paseíllo hacia el altar. En el momento que tenía que andar yo, no escuchaba la música, la cual era una canción que le había pedido a mi prima que me cantara y no vi a nadie. Mis ojos solo se fijaban en el novio y mis sentidos solo estaban pensando "no llores, que te quitas el maquillaje, disfruta del momento".