La boda de Antonio y Noelia en Murcia, Murcia

El día de nuestra boda

¡Nuestra boda fue inolvidable! Comenzamos el día con nervios a flor de piel: peluquería, maquillaje, fotos al novio, fotos a la novia... Y de ahí a la iglesia. Cuando yo llegué me esperaba el que hoy es mi marido en el altar junto a su madre, todos los invitados en pie en los bancos, el grupo folklórico que me cantó la misa al inicio de las bancadas y las puertas de la iglesia cerradas para que no me vieran a mí ni los preparativos de lo que vendría a mi llegada al altar. El videógrafo me puso un micro con una petaca y se abrieron las puertas. Comencé a andar muy nerviosa hasta llegar al altar mientras el grupo me cantaba el bolero a Murcia y, cuando llegué yo, comencé a cantar a la virgen, invitados y al novio la segunda estrofa. ¡Los pelos de punta puse a todos según me dijeron después!

La homilía del cura fue la historia de cómo comenzó todo entre nosotros (es amigo de mi marido y nos conoce perfectamente) así que fueron todo risas. Terminó la ceremonia y ya solo pudimos comer, beber, reírnos, emocionarnos y bailar muchísimo.