La boda de Andrés y Laia en Alcalà De Xivert, Castellón
En la playa Verano Azul 6 profesionales
El 29/06/2019 295 4 0
A&L
29 Jun, 2019
El día de nuestra boda
Mi boda fue de tarde, así que estuve parte de la mañana con los últimos preparativos. ¡Pero no estuve nada nerviosa! De hecho mi madre lo estaba más... Incluso me fui a correr un rato por la playa y ya después de comer a la una nos fuimos a la peluquería.
Es raro verse maquillada y peinada con un vestido para ir a la playa, pero era lo más cómodo que tenía y lo más fácil de quitarme sin estropearme nada. Eso sí, las fotos así de arreglada junto con mi vestido de novia aún colgado de la percha son algo raras, jaja.
Con un calor asfixiante vino el fotógrafo a mi casa, unas 2h antes de la ceremonia. Nos hicimos varias fotos mientras me arreglaba, con mis padres vestidos, los complementos, el ramo... ¡Aunque 2h parezcan mucho tiempo se pasó volando! Y ya tuvimos que irnos deprisa hacia la cala donde hicimos la ceremonia civil. Hubo un pequeño retraso con los autobuses de mis invitados, así que me tocó esperar en el coche, con el AC a tope, mientras llegaban (por una vez la novia llega puntual y los invitados tarde, jajaj). Por suerte mi wedding planner nos trajo a mis padres y a mí unas limonadas para irnos refrescando.
Seguir leyendo »La ceremonia fue una pasada, mi entrada la tocó una amiga a la viola, luego habló mi padre (mis jefes se echaron a llorar y todo) y ya la oficiaron unos amigos nuestros. Hicimos una modificación de la ceremonia de la arena con un palmito que representaba nuestro amor (y algunos invitados nos ayudaban a que creciera poniéndole arena al sustrato) y hablaron algunos invitados. Fue todo precioso, ¡incluso hubo alguna sorpresa por parte de los invitados! Leímos nuestros votos e hicimos el intercambio de anillos. ¡Todo esto con vistas al mar preciosas!
Después de que nos tiraran lavanda y hojas de azahar nos quedamos para hacernos fotos en la cala y en la arena junto con mi perro mientras los invitados se iban al convite en una masía. Al llegar allí, como en todas las bodas, toca saludar a todos los invitados y a hacerse fotos con ellos. Comimos poquito, pero tampoco teníamos mucha hambre, jaja.
El resto ya, como os imagináis, como en el resto de bodas... Sentaron a los invitados en las mesas y nosotros entramos con la canción de Alegría del Circo del Sol. Entre plato y plato aprovechamos para dar unos regalos a los invitados más especiales (a nuestros padres, hermanos y testigos) y ya tocó hacer ronda por las mesas. Ya es tradición en nuestros grupos de amigos regalar pequeñas gymkanas a los novios, así que nos lo pasamos genial.
Cuando terminó la cena nos prepararon una sorpresa en la zona de fiesta: ¡unos amigos habían hecho un vídeomontaje muy divertido! Después fue hora del baile nupcial (que llevábamos semanas preparando para no quedar en ridículo) y ya las 4h de barra libre, ¡fotomatón y fiesta!
Por suerte en nuestra masía podíamos quedarnos a dormir nosotros y algunos familiares, así que no hubo que preocuparse por la vuelta, y el resto de invitados se volvieron a sus respectivos hoteles con los autobuses que habíamos contratado.
¡Fue un día maravilloso y gracias a la wedding planner que tenían en la masía no tuve que preocuparme por absolutamente nada! ¡Sólo en disfrutar!
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