La boda de Andrés Fuentes y Sonia Diez en Valbuena De Duero, Valladolid

El sábado, el gran día. Nuestra boda fue de mañana, en el Monasterio de Santa María de Valbuena, a la 13:30h. Los invitados llegaron en autobuses de Zamora y Valladolid (nos entraba en el menú Monasterio). Pasamos la noche juntos en una de las Junior Suites del Monasterio, bajamos a desayunar con muchos de nuestros invitados que aprovecharon para alojarse en este Hotel maravilloso. A las 8:30 ya estaban las peluqueras y maquilladoras en el Monasterio. Al no estar en una ciudad o pueblo grande no había peluquerías alrededor, así que contratamos a mis peluqueras de toda la vida (Peluquería Misiego en Parquesol), que hicieron un trabajo estupendo con todas las invitadas. Yo ya me había hecho varias pruebas de peluquería y maquillaje y ese día salió todo perfecto. Yo empecé sobre las 9:30 con la peluquera que me hizo unas ondas para las fotos. A las 10:00 empezaron a maquillarme y ya comenzaron los fotógrafos (Momenticos by Rocío Vega) y videógrafos (Visual Quality). ¡Sobre las 12:30 empecé con el vestido y lo siguiente ya era casarme!

Durante toda la mañana estuve relajada, tuvimos la suerte de contratar a Noelia Delgado (MO PLANNER) como Wedding Planner y sabíamos que tenía toda la decoración contralada y así fue. En la Ceremonia Civil, como ya estábamos casados por la iglesia, unos amigos hicieron de maestros de ceremonia, y hablaron un familiar de cada uno y un amigo de cada uno. Luego dijimos unos votos y la ceremonia terminó. Teníamos más cosas preparadas, como el rito del árbol, pero no fue posible hacerlo por la ola de calor que pasaba esos días por Valladolid... ¡40 grados! Aunque teníamos sombrillas no era suficiente, los micrófonos se apagaron del calor así que en ese momento mi marido y yo decidimos que era mejor pararlo y que los familiares fueran ya a hidratarse al cóctel. Es verdad que pusimos un rincón de limonada fresquita durante la Ceremonia Civil.

Decidimos que no era momento de fotos, así que nos fuimos con los invitados al cóctel. Lo celebramos en el claustro del Monasterio que es precioso, había dos cortadores de jamón, un grupo de música en directo, un caricaturista para que los invitados se llevasen un recuerdo más personal y un rincón de los recuerdos (es lo que más gustó a los invitados) donde estaban las personas fallecidas de nuestras familias, con quien queríamos pasar esos momentos. Además, como decoración teníamos las letras grandes de madera iluminadas de LOVE de Weddinart. Aprovechamos el rato del cóctel para hacernos fotos con los invitados.

Pasamos a la comida en el Refectorio del Monasterio, un lugar fresquito, donde comimos y dimos los regalos (amigos, padres, ramo, abuelas, hermano, maestros de ceremonia y próximos en casarse). Entramos con la canción "Esto debe ser amor" de Modestia Aparte y fue un momento inolvidable con todos los invitados agitando unos palitos que pusimos y nosotros corriendo por el comedor. Al final de la hora de comer, pusimos un vídeo que hicimos nosotros desde que nacimos hasta que nos juntamos, donde aparecían la mayoría de los invitados.

Llegamos a la hora del baile, hicimos un baile lento con la canción de Perfect de Ed Sheran pero en español, solo una parte, 1:30 minutos. Luego hicimos una mezcla de baile de Grease con 8 amigos, salió fatal porque no nos sabíamos bien el baile, pero nos reímos muchísimo y lo pasamos genial con eso. Tuvimos la primera hora un grupo en directo y luego ya el DJ. Contratamos un fotomatón (Weddinart) que lleva un espejo chulísimo que encantó a la gente. Durante este rato aprovechamos para hacernos unas fotos en los viñedos. Me olvidé de tirar el ramo del día anterior... ¡Fue un día increíble que repetiría un millón de veces más!