La boda de Alicia y Raul en Cádiz, Cádiz

El día de nuestra boda

Puede sonar típico pero nuestro día de boda fue el día más feliz de nuestras vidas, solo tenemos buenos recuerdos y hoy día cada vez que lo recordamos es como si nos transportáramos y viviéramos minuto a minuto.

El día empezó un poco nublado. Mi madre y yo fuimos a buscar las flores para deshojarlas (como ya no se puede tirar arroz). Cuando llegué a mi casa ya estaban mi hermana y mi ahijada. Ya empezaban los nervios al verla peinada y arreglando a mi madre. A las tres de la tarde llegó la maquilladora y peluquera; empezaron a prepararme y llegó el momento de ponerme el vestido. Nunca pensé que llegaría. En esos momentos es cuando te das cuenta de que ya nada va a ser igual. Abandonas el hogar donde tantas veces has reído, llorado, te has levantado año tras año para ver los regalos de Reyes... En fin, que comienzas una nueva vida con otra persona a la que adoras, tu pareja.

Cuando bajé ahí estaba mi hermano esperándome. Me subí al coche y ya estaban las mariposillas en el estómago. ¡Al fin! Llegamos a la iglesia, todos me miraban. Mi padre me ofreció su brazo como buen padrino y empezamos a caminar y al fondo del pasillo, en el altar, estaba esperando el que sería mi futuro marido y con el que espero tener la misma vida de felicidad que he tenido en el hogar familiar.