La boda de Alfonso y Victoria en Madrid, Madrid

El día de nuestra boda

Empezó el gran día y todo eran nervios. Llegué al hotel con mis padres y ultimé los detalles finales. Me di una ducha relajante, y de verdad funcionó. Llegó mi amigo y maquillador, nos puso guapas, y nervios al 390%.

Me bajo a ver mi prima y fue lo más increíble. Y llegó la hora, esperando mi entrada me moría de nervios, mientras mi padre me hablaba para calmarme. Y entré, fue tan especial.

La ceremonia fue cortita, pero muy emotiva. Llegaron las fotos solos, y la entrada al banquete, increíble ver a todos celebrando nuestra entrada.

La cena estuvo llena de sorpresas, madres, amigas, pero también nos sorprendieron mis amigas y mi amigo con un discurso espectacular.

La entrega del ramo fue preciosa e inesperada, nunca lo olvidaré. El corte de tarta, los regalos... Y se hizo la magia. El baile, tanto temor por esta situación, y fue una boda mágica. Me siento en una nube.