La boda de Alejandro y Vanessa en Barcelona, Barcelona
Modernas Verano Rosa 3 profesionales
El 08/09/2018 105 1 0
A&V
08 Sep, 2018
El día de nuestra boda
La semana de la boda la pasé bastante tranquila, el viernes antes de la boda estuve de manicura y peluquería, me prepararon bien para que el sábado solo tuviera que hacerme el peinado, esa noche dormí 6 horas del tirón, fui bien descansada, todo lo contrario a mi marido que no durmió apenas, me levanté a las 7 de la mañana y me fui rumbo a la peluquería, estando allí vino mi suegra y me trajo el desayuno, me peinaron me maquillaron y a las 9:30 vino un taxi que buscarme y volví a casa de mis padres, una vez allí maquillé a mi madre, a las 11:00 comencé a vestirme, la casa de mis padres parecía un campo de batalla, a las 11:40 vino mi hermano con el ramo, me leyó el verso y a las 12:00 salimos dirección a la iglesia, mi marido llevaba allí desde las 11:45,a las 12:25 me estaba esperando mi amiga en la calle de al lado para darme un último retoque y empieza a sonar la música de la entrada del novio, yo la escuchaba perfectamente desde fuera, toda la tranquilidad que tenía desapareció y vinieron los nervios, después entré yo en la plaza y los niños se colocaron delante mío, a las 12:30 empieza a sonar mi canción, ya había llegado mi momento, empezamos a entrar, y llegando al altar mi marido me esperaba llorando, subimos al altar y comienza la ceremonia, a la 13:00 ya estábamos casados, salimos de la iglesia y después de la lluvia de arroz y pétalos de rosa(algún gracioso nos tiró garbanzos) de repente entre aplausos y gritos suena una traca, y cuando suena el último petardo empiezan a sonar los tambores, la banda de batucada donde toca mi marido había venido a tocarnos por sorpresa, pues bueno se montó una fiesta en la plaza de la iglesia que entre invitados y personas que pasaban por allí no cabía un alfiler.
Seguir leyendo »Después de todo eso nos fuimos rumbo al restaurante dónde empezamos la fiesta, salió todo genial y sin contratiempos, la boda fue superemotiva, en la entrega de regalos todos llorando, porque cada regalo tenía su canción especial, el último regalo fue el mejor de todos, el que no me esperaba, resulta que mi ilusión era ir a Gran Canaria, mi abuela y mi familia materna es de allí, y yo no tengo recuerdos de allí porque la última vez que fui era pequeña, pues en el banquete empieza a sonar una canción que se titula Islas Canarias y aparece mi marido con una caja, me la entrega y cuando la abro dentro hay una bandera de Canarias, yo arranco a llorar, pero es que dentro de la bandera había las tarjetas de embarque y la reserva del hotel para Canarias, bueno imaginaros mi reacción, que me maree y todo de la impresión, total que está madrugada a las 6 de la mañana vuelo para mi Isla Bonita, el resto del banquete fue genial, nos lo pasamos muy muy bien, y la fiesta de después del banquete no tiene desperdicio, como lo celebramos en un hotel y casi todos nos quedamos allí a dormir, pues ya ves tú, acabamos 10 personas metidas en mi habitación de risas y de fiesta. Y esta es la crónica de mi boda, se me pasó el día volando pero lo disfruté a más no poder.
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