La boda de Alejandro y Marlene en Santa Brigida, Las Palmas

El día de nuestra boda

El día de mi boda fue absolutamente maravilloso, pero fugaz, eso sí, supongo que porque siempre lo bueno se acaba pronto.

Desde las 8 de la mañana que yo ya estaba en planta, ya me estaba subiendo por las paredes de los nervios, lo tipico. A las 10 me fui a hacer la manicura y de ahí me fui a la peluquería a arreglarme. Me maquillaron y me peinaron como pudieron porque yo no podía estarme quieta. Cuando por fin llegué a casa para vestirme no me lo podía creer, solo faltaban 3 hora para casarme. Fue maravilloso.

Cuando por fin estaba ya vestida y calzada me di cuenta que uno de los churritos del pelo se me había desecho y cogí con vestido y todo y me lo hice con la plancha y a darle a la laca. En nada llegó la hora de salir, me costó lo más grande subirme al coche, ya que fui en un Volkswagen Beetle descapotable y mi vestido era enorme, pero bueno, con paciencia lo conseguimos. Cuando entré en el salón y vi a mi marido esperandome sentí que se me salía el corazón, estaba guapísimo, estaba feliz y yo no cabía en mí misma. Media hora después, sin darnos apenas cuenta, ya estábamos casados y nos íbamos a la fiesta.