La boda de Alba y Alberto en San Pedro Alcantara, Málaga
Rústicas Primavera Granate 3 profesionales
El 25/05/2013 2.308 1 12
A&A
25 May, 2013
El día de nuestra boda
Nuestro magnífico día comenzó como un día más. Nos despertamos juntos, nos miramos y dijimos: “¡hoy es el gran día!” Desayunamos, nos arreglamos y nos despedimos diciéndonos que dentro de unas horas nos veríamos en el altar, aunque mi chico terminó diciendo: “no me hagas de sufrir mucho y se puntual.”
Las próximas horas fueron un caos para mí, ¡y es que me moría de ganas de verlo! Pasaban tan lentas. Hasta que al fin ya estaba arreglada y lista para salir hacia la iglesia, donde me esperaba mi futuro marido, el hombre de mi vida.
¡Al fin lo vi! ¡Estaba guapísimo! ¿Cómo te puede seguir sorprendiendo una persona cuando ya llevas 9 años con él y lo has visto de tantas maneras posibles? Recién levantado, sudado, enfermo, arreglado para momentos especiales... Pero ese día parecía otro. Estaba irresistiblemente guapo, ¡bello como nunca antes! Y solo hacia unas horas que no le veía. Le favorecía tanto el corte de pelo, el traje... ¡Me volví a enamorar!
A partir de ahí, sólo recuerdo que, una vez a su lado, se volvió a cerrar la burbuja en la que me siento cuando estoy junto a él, en la que se detiene el tiempo, en la que sólo estamos él y yo y no hay nada más.
Seguir leyendo »Uno de los flashes me devolvió a tierra justo para cuando teníamos que comenzar a caminar hacia las afueras de la iglesia, donde ya como marido y mujer nos felicitaría todo el mundo y nos caería esa lluvia de arroz, que todo el mundo decía que molestaba pero que ni sentí.
Cuando acabó esa marea de besos que te suelta la familia y amigos en la puerta de la iglesia, nos metimos en el coche que nos llevaba a seguir disfrutando de nuestro día, de nuestro amor, pero ya con los nuestros y ¡por todo lo alto!
Quiero acabar este relato del día más importante de mi vida, hasta el momento porque soy consciente de que sólo es el principio y que nos quedan por vivir muchos más, con nuestra frase. Es una frase que hicimos que grabaran en cada uno de los detallitos que repartimos a nuestra gente y dice así: "Hay momentos en la vida que son especiales por si solos, compartirlos con las personas a las que quieres, los convierte en inolvidables. Gracias por venir Alberto y Alba".
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