La boda de Adrián y Tamara en Sagunt/sagunto, Valencia

Entre saludos y fotos con la familia llegaron los amigos, el comedor de casa de mis padres iba a explotar de gente. Yo no paraba de saludos, besos y fotos. Se hizo la hora de marchar y mis nervios se pusieron a mil por hora aunque yo me intentaba controlar y que no se me notase. Bajé las escaleras ayudada por mi padre y una vez en la puerta de casa con toda la gente mirando, el coche esperando sentí cómo todo se paraba, miré a todo el mundo mi casa que ese dia pasaba a ser la casa de mis padres, mis padres, mi hermana. Subimos al coche y pusimos rumbo al día más emocionante de mi vida.

Llegamos al mirador y allí ya esperaba Adrián con su madre, con todos nuestros familiares y amigos alrededor. El alcalde comenzó la ceremonia y dió paso a Carlos, el hermano de Adrián, para que dijese unas palabras, nos emocionó a todos. Adrián y su hermano se fundieron en un abrazo y continuó la ceremonia el alcalde, ya casi al acabar, dio paso a mi hermana, si Carlos nos emocionó mi hermana creó una inundación de lagrimas, hizo llorar hasta al apuntador. Al terminar la ceremonia unos amigos nos tenían preparada una sorpresa que nunca me hubiera esperado, nos hicieron un arco de espadas para que pasáramos por debajo, también lograron que llorara. Me encantó (nosotros participamos en mercados y recreaciones medievales y combatimos con estadas de mano y media y roperas).

Después de todos los besos y felicitaciones, vimos un castillo de fuegos artificiales y pasamos al cóctel, no pude casi probar nada, entre hablar con unos, fotos por aquí, fotos por allá, nos llamó el fotógrafo para hacer un par de fotos en los jardines y grabar un poquito. Volvimos al cóctel e hicieron pasar a todos los invitados para hacer nuestra entrada al salón.

Entramos al salón con la canción de "The Silence" de Alexandra Burke, es con la que mi marido me pidió matrimonio. Mientras entrábamos todos nos aplaudían llegamos a la mesa presidencial y allí nos esperaba un regalo. Mi madre nos compró 2 copas de cava grabadas en plata. Brindemos con mis padres, mis suegro y con todos los invitados.

Empezamos a cenar y no tardaron con el ya conocido "que se besen" lo decía al final hasta mi primito de 4 años. Cenamos y cuando ya nos traían el postre, era el momento de cantar cumpleaños feliz. Mi hermana y yo le servimos a mi madre su postre con su regalo de cumpleaños, ese mismo día era su cumpleaños.

Después de partir la tarta y comérnosla, estaba riquisima, Adrián y yo entregamos a mi hermana el ramo (simbolizaba el ramo de novia, el mío era un tanto especial y no servía para diseacarlo, así que le hice un bouquet de rosas rojas). Después del café entregamos los ramos a las mamis y una botella de chivas con su funda de cuero. Y casi al final antes de bajarnos a la discoteca, entregamos a unos amigos la figura de los novios igual a la nuestra, para que se den prisa en casarse.

Después los padrinos repartieron los obsequios, Adrián y yo repartimos los que yo quise regalar y mi hermana los de los niños y jovencitas.

Llegó la hora de la fiesta y antes de inaugurar la fiesta con nuestro vals, los amigos nos habían preparado un vídeo sorpresa con fotos nuestras desde niños hasta ahora y con un videoclip grabado por ellos súper gracioso. Nos regalaron también un álbum con fotos de las despedidas y del día que grabaron el videoclip.

Llegó la hora de inaugurar la noche y comenzamos a bailar nuestra poco ensayada balada de Metallica, "Nothing else matters". Nos salió perfecta y esos que no ensayamos casi nada. A partir de aquí empezó la fiesta, la barra libre y el desparrame hasta las 5:00 de la mañana que nos fuimos todos para casa.

Fue un dia maravilloso y disfruté un montón, aunque tienen razón, te pasa todo volando y cuando te quieres dar cuenta ya ha pasado, como un abrir y cerrar de ojos. Pero luego lo recuerdas todo con emoción y lo vuelves a disfrutar.