La boda de Alberto y Esther en Madrid, Madrid

El día de nuestra boda

Fue una boda perfecta. Todo salió mejor de lo que me esperaba porque no salió nada mal. El día comenzó desayunando con mi madre un chocolate con churros. De ahí, nos fuimos a la peluquería a que nos peinaran a las 2. Salimos de la peluquería y nos fuimos a casa, casi corriendo, ya que faltaba 1 hora para que llegara la maquilladora, que llegó a su hora. Mientras me maquillaba, mis padres sacaron algo para picar, ya que la boda era a las 17 horas. Cuando estaba a medio maquillar, llegó mi ramo de novia (el más bonito que podía existir) el prendido del pelo de mi madre y la flor de la solapa de mi padre. Después llegó el fotógrafo y videógrafo, estuvieron haciendo algunas fotillos por la casa y llegó el momento, el momento de ponerme mi vestido (nadie, excepto mi madre sabía cómo era) cuando me vieron mi hermano y mi padre alguna lagrimilla soltaron). De ahí ya nos fuimos hacia la iglesia, mis nervios estaban a flor de piel. Llegamos a la iglesia, y ahí desparecieron los nervios entre que vi a mi gente y le vi a él, estaba guapísimo. La ceremonia fue cortita, 30 minutos y ya como marido y mujer salimos de la iglesia, arroz, confeti, pétalos y sidra para brindar nos esperaba fuera Seguid nos fuimos a Aranjuez a hacernos las fotos y ya al restaurante a celebrar nuestro día. Allí llegamos en calesa y fuimos al cóctel, cena y barra libre. La gente salió encantada, comió, bebió, bailó, etc. Se lo pasaron fenomenal y a día de hoy nos lo siguen diciendo. En resumen, Boda de 10, preciosa y maravillosa. Si pudiera me casaba todos los fines de semana.