La boda de Sergio y Verónica en Vila-seca, Tarragona

En la calle me esperaba un jaguar antiguo blanco roto y agarrada a mi padre partí hacia el día más emocionante de nuestras vidas. Una vez allí Vicky, la metre, nos cuidó y nos tranquilizó aunque al sonar la melodía con la que entraba él, Sergio, los nervios florecían. Vicky dio la orden de que entrara el coche al recinto y todos estaban allí. Mientras avanzaba cogida a mi padre y cruzaba el puentecito, las miradas se volvían... las lágrimas, los nervios,.... Sergio era en ese momento como un cóctel de emociones que se reflejaban en su cara.

Vicente Mancheño, el maestro de ceremonia, puso la guinda del pastel e hizo que fuera amena. Se implicó muchísimo en cada detalle y para cualquier cosa siempre estuvo a nuestro lado...Vinieron las leyes, los escritos de los testigos, los votos, lo anillos atados en un corazón con paniculada, el beso, los pétalos, las enhorabuenas, las fotos…

Y llegó el momento de irnos a hacernos las fotos. Nos las hicimos en el mismo restaurante y ya se notaba que los nervios se habían dejado a un lado para dar paso a la diversión. Fotos arriba y abajo, aquí y allá....

Una vez acabamos nuestra sesión nos dieron los globos, como el resto de nuestros invitados. fuimos hacia ellos, pasamos por el puente y cuando estábamos en lo más alto nos miramos y dejamos ir los globos.... el cielo se tiñó puntos blancos, rosas y lilas.

Estuvimos saludando, haciendo fotos con los invitados, con el aperitivo... nos hicimos fotos con la polaroid y colgamos también nuestra foto en las cuerdas que se enlazaban entre los pinos.

Luego entramos y nos hicimos fotos divertidas con nuestros invitados. Disfrutamos de la comida tan exquisita y disfrutamos como nunca mientras veíamos un vídeo de fotos desde que éramos bien pequeñitos hasta ahora y con nuestros invitados.

La entrada dela tarta fue espectacular. La música, las luces,... todo fue perfecto. Los novios eran una réplica de nosotros en pequeño y mi marido me cogió en brazos para cogerlos de encima del pastel!

Luego vinieron los detalles (ramo y cuadro con foto de los novios para las abuelas, para las parejas un corazón con sus nombres, tarta de pañales para la recién nacida, abalorios de novios para las mamás, ..) Y el baile.. cómo no, tenía que ser la banda sonora de Armageddon donde nos cubrimos en besos y caricias hasta que llegó el momento final y lágrimas de fuegos artificiales recorrieron las vidrieras de la sala.... todo estaba iluminado. Fue un momento espectacular en que los invitados no salían de su asombro.

Bailamos y montamos un photocall....

Fue el día más especial de nuestras vidas y me encantaría volver a vivirlo....