La boda de David y Tamara en Granada, Granada
Rústicas Primavera Granate 4 profesionales
D&T
23 Abr, 2016El día de nuestra boda
Mi día fue algo mágico, que volvería a repetir una y mil veces más.
Todo empezó a las 7 de la mañana, cuando mi hermano, muy nervioso, me despertó. Nos duchamos y nos fuimos para la peluquería, era increíble, pero estaba muy tranquila. Todas a mi alrededor estaban muy nerviosas, y yo muy tranquila. Quizás, después de un año de nervios y demás, todo se me había ido para el día más importante de mi vida.
Una vez en la peluquería (llegamos con bastante tiempo), comenzamos a peinarnos; mi madre, mis tías, mi abuela, damas y yo. Ese momento se me pasó muy rápido, y eso que estuve casi dos horas con los rulos en la cabeza. Cuando terminemos cogimos el coche y pusimos rumbo para casa de mis padres. Allí comí algo mientras llegaba la maquilladora y, cuando llegó, empezó a maquillar a mi madre y seguidamente a mí. De repente, tras más de una hora, el fotógrafo estaba aquí. Habíamos terminado con el tiempo bastante justo, me puse la ropa interior y un sin fin de fotos empecé a realizarme. Cuando faltaba media hora o así para marcharme hacia la iglesia, llegaron algunas personas de mi familia, mis damas y demás. Cuando menos lo esperaba ya había llegado la hora de salir para la iglesia.
Seguir leyendo »Llegué 20 minutos tarde, pero seguía muy tranquila. Allí estaban mis sobrinos, el peque con su cartel: "David, aquí viene la novia", y el otro con las arras. Mi hermano nos llevaba los anillos, mis damitas unas enredaderas de flores y las damas portaban unos enormes ramos. Todos ellos entraron primero (quise hacerme de rogar hasta el último momento), y cuando estaban llegando al altar, la música empezó a sonar. Era mi momento, entré con mi padre y, en ese mismo momento, mi marido se puso a llorar, estaba muy emocionado. Cuando nos acerquemos, mi padre le dio un abrazo y a mí me dio otro con un beso en la mejilla, no paraba de repetirme lo guapa que estaba (faltaría más). Mi marido llegó en la moto de su padre (que murió hace dos años), y lo llevaba su hermano. La misa se me paso muy rápida. Mi tía y su primo nos leyeron unos textos muy bonitos y el sacerdote nos regaló un certificado matrimonial del Vaticano. Una vez que acabó el momento iglesia (arroz, champan, brindis), fuimos a hacernos algunas fotos por el pueblo.
Cuando llegamos al banquete ya estaba oscureciendo y hacia fresquito. La gente empezó a tener frio (porque la copa era en un jardín, pero espectacular), empezaron a entrar al salón y nosotros nos quedemos los últimos. Cuando estaban todos en sus sitios entramos con una canción a ACDC, que nos encanta, pero sobre todo en honor a su padre. Mi marido iba con una guitarra que le regalaron en su despedida, y yo me puse una chaqueta de cuero negra. Ese momento le encantó a la gente.
El momento del banquete se pasó volando, la comida buenísima (aunque no comimos casi nada), y el ambiente estuvo muy animado. Entre plato y plato el fotógrafo puso un vídeo que habíamos hecho un mes antes, en el que le dedicábamos unas palabras a nuestra familia. Una vez en el momento de abrir el baile, hicimos uno original, comenzamos con una canción de David Bisbal (ya que desde que empezamos a salir, decíamos que bailaríamos con esa canción), pero luego seguimos con una coreografía que nos montamos nosotros en casa y aprendimos de mezclas de música variada del momento que nos gustaba mucho.
Ya en la barra libre nos pusimos a bailar, a hacer fotos en el photocall y comer en el candy bar (que ahí si tenía hambre). A mitad de la barra libre disfrazaron a mi marido de roquero (con peluca incluida), y seguimos disfrutando de la noche hasta las 6 de la mañana, que ya nos caíamos de sueño.
El día se pasó volando, fue estupendo, lo volvería a repetir mil veces más, pero sin organizar nada. Conlleva demasiado trabajo para solo un día, pero es un momento único en la vida, para mi uno de mis sueños hechos realidad con el amor de mi vida.
Como consejo: rodearse de profesionales, la mayoría de mis proveedores están aquí. Eso hace que todo marche sobre ruedas, los volvería a elegir si me volviera a casar.
Fotos: os dejo algunas del fotógrafo, otras son del móvil, otras sacadas del video resumen del fotógrafo.
Detalles: hicimos muchas cosas (todas sacadas de la web). Las letras las hizo mi marido con cartón, latas y goma eva. El cartel de bienvenida y el mesero con palet reciclado, que lijó y barnizo él. El arroz lo llevamos en una caja (que ahora la uso de jardinera), que también lijamos y pintamos. El libro de firmas nos lo hizo el fotógrafo con la preboda. Las chapas las hice yo con cartulina y goma eva. El atrezo del photcall, alguno comprado y otro hecho. El cartel que llevó mi sobrino también lo hice yo. Los detalles los compre por Internet, a las mujeres les di un set de manicura con forma de mi perrito y un alfiler con la historia, y a los hombres un llavero de herramienta (porque a mi marido le encanta la mecánica) y un bolígrafo. Por último, a los niños, un marco pintable con dibujos. La mesa dulce la encargué así, como los globos de la entrada de la iglesia y del restaurante. Los carteles enunciativos también los hice yo, compré los marcos. Las tarjetas de agradecimiento también las hicimos nosotros, al igual que las invitaciones. Los muñecos los encargué por Internet (son personalizados), como las perchas, que me las hizo una chica, también, personalizadas (seguro que hay más cosas, que se me olvidan).
En fin, sed felices y a disfrutar de cada momento que viváis de la boda porque se pasa muy rápido todo y, sobre todo, el día, pasan las horas como minutos.
¡Ahora a vivir mi nueva etapa!
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