La boda de Daniel y Raquel en Parla, Madrid

El día de nuestra boda

El día de nuestra boda fue de sueño, todo salió perfecto y como lo habíamos imaginado.Nos casamos por lo civil en los jardines de la Finca Hotel Comendador, el sábado 7 de junio de 2014 a las 12h.La noche anterior no había podido apenas dormir, entre los nervios y los rulos que llevaba en la cabeza. A las 6 me desperté, dormí con mi madre y mi hermana en mi casa, mi chico esa noche durmió en casa de sus padres.A las 8 nos fuimos para la peluquería y allí estaba taquicárdica. Cuando llegamos a casa llegó el momento que más temía. El de ponerme el vestido sin lograr despeinarme, ¡qué mal rato! Habíamos estado ensayando la tarde antes mi madre, mi hermana y yo, y cronometrando cuando tardábamos. Una vez con el vestido puesto se me fueron los nervios, ayudé a mi madre a maquillarse, le coloqué a mi hermana un mini ramo que le hice y hasta tuve tiempo de relajarme.Llegaron las 11h, el fotógrafo se retrasó un pelín y casi entro en crisis, pero no llegó a más la cosa, ¡el reportaje que me hizo en casa ha quedado increíble!A las 12.10h llegamos a la finca, saliendo del coche escuché la canción con la que entraba mi chico al altar, respiré 3 veces hondo y olvidé los nervios, solo quería disfrutar. Mientras sonaba mi canción iba andando del brazo de mi padre y de repente empiezo a sentir que el cancán se me está cayendo, ¡qué horror! No podía parar de reírme (menos mal que no me dio por llorar) me dio la lata el cancán toda la ceremonia, menos mal que luego entre las organizadoras y las invitadas lograron hacerme un apaño.Nunca olvidaré ese momento en que vi a mi chico, guapísimo y súper elegante, y su cara de sorpresa al verme, si no hubiese sido por el cancán hubiera corrido a sus brazos, solo podía verle a él, no podía mirar a nadie más. Para mí en ese momento no había público. Cuando llegué a su lado, me dijo que estaba impresionante y guapísima, no olvidaré esas palabras nunca.La ceremonia empezó y fue súper emotiva, casi todo el mundo lloró, mi hermana nos leyó un texto escrito por ella que de la emoción no pudo acabar de leer, mi suegro también nos leyó unas palabras suyas y mientras leía no paraba de hacer pucheros y unas primas de mi chico nos leyeron unos poemas preciosos. Mi sorpresa fue que al acabar las lecturas, mi chico se levantó, se sacó una carta del bolsillo y comenzó a leerme una declaración de amor. Madre mía, qué bonito, no me quedaban lágrimas, hasta mi padre lloraba y eso que es un corazón de hielo.Después marchamos a hacernos el reportaje de fotos, fue nuestro único momento de intimidad, disfrutamos muchísimo con las fotos.Después el coktail estuvo genial y la comida del restaurante también. En el momento de repartir los regalitos los chicos despelotaron a mi marido y le pusieron un mantel a modo de vestido griego y a mí me envolvieron en papel higiénico con vestido y todo, qué risas.Luego llegó el momento del baile, para nosotros muy especial, bailamos un remix que hice yo, empezamos bailando Ghost y luego el disco se rayaba y bailamos los pajaritos, Gangnam Style, Paquito Chocolatero, Bomba, Stayin Alive, entre otras canciones, y acabamos con Ghost. La gente no paraba de chillar de la emoción y nosotros disfrutamos muchísimo bailando, luego los invitados nos pidieron repetir el baile pero bailando todos, fue increíble.Cuando acabó la barra libre nos fuimos a un pub a seguir la fiesta, bailamos, bebimos, cantamos y hasta saltamos en un castillo hinchable.En nuestro último aniversario le canté a mi chico la canción de “Quiéreme” de Nuria Fergó y me apetecía en ese momento darle de nuevo la sorpresa, así que hablando con el dj me dejó un micrófono y me lie a cantarle. Todos volvimos a emocionarnos y a llorar otro poquito.La boda acabó cerca de las 3h de la mañana, nosotros la terminamos en la suite nupcial que nos regalaba el hotel, era grandísima y estaba decorado cada detalle. ¡Era de película!