La boda de Belén y Jorge en La Pobla De Farnals, Valencia

El fotógrafo, como era de la familia y nos hacía el reportaje como regalo de boda, estuvo un rato haciendo fotos en casa de mi chico (de sus padres, vaya), y luego se vino para la mía. Echamos unas fotillos, y estuvimos de risas, no parecía que me casaba en algo más de una hora de lo tranquila que estaba.

Cuando llegó el coche nupcial a recogerme, cogí mi ramo, bajé y mi cuñado disparó una traca... Típico en Valencia y que yo no quería que faltara, todo el vecindario asomado, ¡cómo no!

Llegamos 15 minutos antes de tiempo, y menos mal, porque me bajé en la puerta del restaurante para ponerme bien el vestido, y resulta ¡que se me había salido un aro del cancán! Dio la casualidad que pasaban por allí una amiga y su madre que estuvieron metidas debajo de mi falda unos 10 minutos recolocándome el aro... Estuve luciendo medias y liguero con la falda "arremangá".

Ya con todo en su sitio, nos avisan que podemos entrar. Nos casamos en una pérgola abierta en un jardín precioso, al que entramos con el coche. Mi cuñado y padrino abrió la puerta del coche, me bajé y empezó a sonar "someone like you" de Adele. Con paso firme nos dirigimos al altar en el que esperaba mi ahora ya marido. La oficiante le dijo que no se girara hasta que no le avisara ella, y yo iba avanzando y veía que no se giraba. No hacía más que pensar"que no se gira!"... Y no, hasta que no se lo dijo, no se giró. Me dio un vuelco al corazón cuando, estando ya casi a su lado, se dio la vuelta y le vi tan guapo... Me emocioné y se me olvidó que teníamos que darnos un beso en la mejilla, y yo le planté un beso en los labios (¡aunque él giraba la cara!)

Fue una ceremonia muy bonita, en la que sobretodo se dio importancia al amor que nos tenemos, y a las dificultades que pasamos para llevarlo adelante, ya que estuvimos casi 8 años llevando la relación en la distancia, yo viviendo en Barcelona y él en Valencia. Se contaron anécdotas, momentos difíciles... La tía de mi chico, a la que le encanta la poesía, creó una especialmente para nosotros, y la leyó sorprendiendo a todos los invitados (solo lo sabía yo).

Tras el intercambio de anillos y firmas de novios, padrinos y testigos, empezó el cóctel, en el que nos quedamos, ya que decidimos que preferíamos hacernos las fotos allí mismo, con nuestros invitados, que para eso habían venido.

Entramos al salón a ritmo de "marry you" de Bruno Mars, brindamos, y nos sentamos a cenar. Durante la cena nuestros amigos gritaban el típico "¡que se besen, que se besen!" y sacaban carteles dándole nota al beso: un 2, un 0, un 8, "aplausos", "abucheos"... Estuvo muy divertido, aunque sacaron demasiado el 0 y el 2... Cenamos muy, muy bien, estaba todo buenísimo.

Quisimos sorprender a las 3 parejas que se casan próximamente después que nosotros, y decidimos que debían ir practicando lo que es ser el centro de atención, así que a las chicas les pusimos una banda de "futura novia" y a los chicos una pajarita de lentejuelas. Además, les hicimos entrega de una "L", ya que están de prácticas.

Mientras sonaba "I was born to love you" de Queen, entregamos unos ramos de flores a la abuela de mi chico (la única que queda), a mi madre y a mi suegra. En el último momento, decidimos que cada uno le daba el ramo en vez de a su madre, a su suegra. Primero, por salirnos de lo típico, y segundo para demostrarles que no pierden un/a hijo, sino que lo ganan. Y llegó el momento de dar mi ramo, que se fue a manos de mi hermana, que por la mañana me estuvo preguntando que a quién se lo iba a dar, y solo pude decirle "ya lo verás, es a alguien muy especial".

La tarta nupcial entró al salón mientras sonaba de fondo "Always" de Bon Jovi, y cuando cogimos la espada para cortarla, cambió la música y sonó la banda sonora de la serie Juego de Tronos, de la cual somos fans (sobre todo él), pero hasta que no llevaba un buen rato sonando y le dije que escuchara, no se dio ni cuenta, él estaba concentrado en cortar la tarta y salir bien en las fotos por lo visto.

Con "single ladies" de Beyoncé, junté a las solteras a coger el ramo, uno de chuches especial para la ocasión... Pero en el último momento hice un amago y se lo regalé a la prima de mi chico, que fue quien nos presentó. Saqué otro ramo de chuches y lo lancé, y lo cogió la próxima en casarse, ¡literalmente! (se casa en octubre).

Cuando llegó el momento más temido por mi chico, el baile nupcial, nadie esperaba lo que iba a suceder. Empezó a sonar "Bella y bestia" de la película de disney y cuando todo el mundo estaba ya aburrido de vernos bailar lento... ¡Empezó a sonar "Explota mi corazón" de Raffaella Carrá! Hicimos un playback con varias canciones con el que dejamos a todos boquiabiertos. De mí se lo podían esperar, pero de mi chico no.

Y ya empezaba el final de nuestro gran día, la discomóvil, en la que bailé con todo el mundo sin poder dejar de sonreír. Al día siguiente, corriendo a votar en las elecciones europeas y caminito a Madrid, ¡que el lunes salíamos de luna de miel hacia la Riviera maya!

Quiero agradecer a todos los que de una u otra manera han colaborado en que todo saliera perfecto, puesto que fue una boda de ensueño, y a todos los que estuvieron con nosotros en ese día tan especial. Sin ellos, nada habría sido igual.

Un saludo

Jorge y Belén