La boda de Alberto y Cristyna en Paterna, Valencia

El día de nuestra boda

¡Sin duda el mejor día de nuestra vida! Por la mañana le envié al novio una cesta de desayuno, ya que era el único día desde hace mucho tiempo que no desayunar íbamos juntos. Yo me fui a la peluquería y al salir apareció mi fotógrafo y video ya grabando, ¡y yo en chándal! Me llevaron a casa y me trajeron el ramo de novia. En casa me esperaba la maquilladora. Yo estaba muy cómoda como si no fuese conmigo todo aquello. En el último momento elegí pintar me los labios en granate y fue una gran elección. Me hicieron fotos en bata y ropa interior. Depuesto mi madre y mi hermana me ayudaron a vestirme y le puse a mi padre su prendido. Ya estaba la familia en casa y terminamos de hacer las últimas fotografías sin faltar por supuesto mi perrita vestida de novia.

A la salida de casa tiraron la traca y toda mi familia y amigos que habían venido a verme aplaudieron al verme. Me esperaba un coche de época donde subimos mis padres y yo hasta la iglesia. Pensaba solo mirar al novio por los nervios, pero una vez en la iglesia desaparecieron todos. Y no dude en mirar a todos mis invitados para recordar ese gran momento. Cuando vi a Alberto me salieron lágrimas de emoción estaba guapísimo. Fue un momento mágico. Mi sobrina de dos años nos trajo los anillos y se quedó a nuestro lado todo el tiempo (para comérsela) cuando la ceremonia término subimos a firmar los papeles y ya nos colocamos en las escaleras para hacernos las fotos. Y sorpresa mía cuando la prima de mi chico de Sevilla se me puso a cantar una rociera (La amo). Nos hicimos las fotografías con la familia y salimos de la iglesia donde nos llenaron de arroz y tiraron más traca y un pequeño castillo.