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Calidad del servicio
Valoración 1.0 de 5
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Tiempo de respuesta
Valoración 1.0 de 5
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Profesionalidad
Valoración 1.0 de 5
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Relación calidad/precio
Valoración 1.0 de 5
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Flexibilidad
Valoración 1.0 de 5
Dinero perdido y falta de profesionalidad
Cuando decidimos que queríamos tener un vídeo de nuestra boda la fotógrafa que teníamos contratada nos pasó el contacto de M. M.
Al principio todo iba bien, nos reunimos con ella una semana antes de la boda y le explicamos todo sobre el lugar de la ceremonia, los invitados, el banquete y el baile. Insistimos especialmente en la importancia del baile nupcial, puesto que habíamos ensayado una mezcla de estilos, así que le dijimos el espacio que ocuparíamos e incluso le dimos una grabación de un ensayo para que supiera exactamente lo que íbamos a hacer y que de esa forma sacara los mejores planos posibles.
Tanto en la reunión como en la boda todo fueron buenas palabras pero la sorpresa llegó cuando nos envió el vídeo definitivo (lo remarco porque no existe la posibilidad de correcciones, es decir, ella no te anticipa un previo de cómo va a ser el vídeo y, obviamente, no te lo envía hasta que está pagado el 100% del precio, pero si luego no te gusta el resultado no hay posibilidad de rectificaciones).
El vídeo "definitivo" tenía fallos garrafales en cuanto a sonido y en la grabación del baile:
- Prácticamente la totalidad de las canciones que acompañaban al vídeo se solapaban fatal, con cambios bruscos de volumen y saltos tan drásticos dentro de la misma canción que hacían que perdieras la atención del vídeo (en alguna incluso llegó a poner en bucle el estribillo 3 o 4 veces para que le cuadrara donde quería, arruinando el resultado).
- La grabación del baile nupcial fue lo más desastroso de todo. En ella aparecemos cortados de rodillas para abajo prácticamente todo el baile... incluso a veces nos corta parte de la cabeza o cierra tanto el plano que yo desaparezco y se queda mi mujer bailando sola. El resultado es un baile en el que no se ven los pasos, desaparecemos de vez en cuando y encima añade unos parpadeos negros y zooms muy rápidos que incluso llegan a marear.
Cuando le pedí que intentara corregir estos fallos su respuesta fue que una vez enviado el vídeo es definitivo y no se retoca, pero que como caso excepcional nos hacía el favor de revisarlo. Tras esa supuesta "revisión" dijo que el sonido estaba perfecto y no lo iba a cambiar y que tanto los fallos de encuadre como los efectos que mareaban los dejó porque así el vídeo estaba mucho mejor, según su criterio. Todo esto lo adornó comentándonos que tiene una vasta experiencia de 7 años en el sector, así que se supone que nosotros no tenemos ni idea y el vídeo tiene que ser como ella diga que para eso es la que sabe.
Terminando... conseguí que me pasara el vídeo sin retocar (está infinitamente mejor que lo editado por ella) y tendremos que editarlo nosotros mismos. Hemos perdido 1000 euros y pasado malos ratos con una persona nada profesional que se olvida de que una boda es irrepetible y es uno de los momentos más importantes de la vida de la pareja.
Cuando decidimos que queríamos tener un vídeo de nuestra boda la fotógrafa que teníamos contratada nos pasó el contacto de M. M.
Al principio todo iba bien, nos reunimos con ella una semana antes de la boda y le explicamos todo sobre el lugar de la ceremonia, los invitados, el banquete y el baile. Insistimos especialmente en la importancia del baile nupcial, puesto que habíamos ensayado una mezcla de estilos, así que le dijimos el espacio que ocuparíamos e incluso le dimos una grabación de un ensayo para que supiera exactamente lo que íbamos a hacer y que de esa forma sacara los mejores planos posibles.
Tanto en la reunión como en la boda todo fueron buenas palabras pero la sorpresa llegó cuando nos envió el vídeo definitivo (lo remarco porque no existe la posibilidad de correcciones, es decir, ella no te anticipa un previo de cómo va a ser el vídeo y, obviamente, no te lo envía hasta que está pagado el 100% del precio, pero si luego no te gusta el resultado no hay posibilidad de rectificaciones).
El vídeo "definitivo" tenía fallos garrafales en cuanto a sonido y en la grabación del baile:
- Prácticamente la totalidad de las canciones que acompañaban al vídeo se solapaban fatal, con cambios bruscos de volumen y saltos tan drásticos dentro de la misma canción que hacían que perdieras la atención del vídeo (en alguna incluso llegó a poner en bucle el estribillo 3 o 4 veces para que le cuadrara donde quería, arruinando el resultado).
- La grabación del baile nupcial fue lo más desastroso de todo. En ella aparecemos cortados de rodillas para abajo prácticamente todo el baile... incluso a veces nos corta parte de la cabeza o cierra tanto el plano que yo desaparezco y se queda mi mujer bailando sola. El resultado es un baile en el que no se ven los pasos, desaparecemos de vez en cuando y encima añade unos parpadeos negros y zooms muy rápidos que incluso llegan a marear.
Cuando le pedí que intentara corregir estos fallos su respuesta fue que una vez enviado el vídeo es definitivo y no se retoca, pero que como caso excepcional nos hacía el favor de revisarlo. Tras esa supuesta "revisión" dijo que el sonido estaba perfecto y no lo iba a cambiar y que tanto los fallos de encuadre como los efectos que mareaban los dejó porque así el vídeo estaba mucho mejor, según su criterio. Todo esto lo adornó comentándonos que tiene una vasta experiencia de 7 años en el sector, así que se supone que nosotros no tenemos ni idea y el vídeo tiene que ser como ella diga que para eso es la que sabe.
Terminando... conseguí que me pasara el vídeo sin retocar (está infinitamente mejor que lo editado por ella) y tendremos que editarlo nosotros mismos. Hemos perdido 1000 euros y pasado malos ratos con una persona nada profesional que se olvida de que una boda es irrepetible y es uno de los momentos más importantes de la vida de la pareja.
Respuesta de Marta Mendoza:
Lo primero de todo Daniel, he de decir que me duele y disgusta enormemente leer tu comentario. El primero que recibo de este estilo en más de 7 años.
Lo segundo, remarcar lo conscientes que somos de la importancia de ese día, desde luego es un día único y tanto yo como mi equipo nos esforzamos al máximo. Es remarcable el trabajo que hizo mi realizadora ese día en vuestra boda.
Pese a haber contratado el servicio más económico que tenía, con un solo operador, lo que dificultaba poder grabar de manera íntegra momentos como vuestro baile (cosa que siempre advierto), la operadora responsable de vuestra boda hizo un gran trabajo logrando incluso tener el baile casi completo.
Sabiendo lo importante que era para vosotros, puse un gran esfuerzo en la edición de este momento, sincronizando la música y consiguiendo la totalidad de la coreografía. Me encontré sin embargo con un plano general en el que se veía justo detrás de vosotros un contador grande y desgastado que deslucía el baile y a vosotros, y por eso decidí cerrar el plano, siguiendo un criterio de estética.
Cuando me comentasteis que lo preferíais en plano general aunque se viera el contador abrí de nuevo el proyecto para cambiarlo y ponerlo a vuestro gusto, una vez más siendo consciente de lo importante que era este momento para vosotros y tratando de haceros felices.
Revisé también los dos segundos que comentabas sobre los cambios de músicas. Yo, personalmente consideré que estaban correctos, por eso no los cambié.
El tema de los cambios en el vídeo es algo muy delicado ya que el vídeo es un todo, no funciona como una fotografía que se entrega suelta y que es independiente de las demás. Un cambio en una plano, afecta a otro plano, la duración de un plano en muchas ocasiones es la que es, no se puede alargar una vez hecha la grabación, y la edición, nos permite ir uniendo esos planos para crear una historia, un resumen de vuestro día.
Para saber opinar sobre un cambio hay que conocer todo el material, saber de edición y saber de realización. Por ello los vídeos se entregan definitivos. Al fin y al cabo la fotografía también. Se entregan todas las fotografías que salieron del día y son esas y no más las posibilidades que hay.
Al contratar mi servicio, se acepta mi estilo y se acepta mi criterio profesional, no solo para la realización sino también para la edición del vídeo de la boda, detalle que queda bien explicado en el contrato.
Siento en el alma que hayáis quedado a disgusto con el trabajo, pero creo que no merezco estas duras palabras ni este intento por vuestra parte de hacerme daño a través de este comentario. He puesto toda mi ilusión y cariño en vosotros y en vuestra boda, y creo realmente que os he entregado un gran reportaje de boda.
Me sorprende además puesto que algunos de vuestros comentarios han sido, y cito textualmente, “Hemos visto el vídeo y nos gusta bastante tal y como está.” “Por favor, con esto no quiero cuestionar en ningún momento vuestros conocimientos y profesionalidad, que quedan reflejados en el resto del vídeo (nos ha gustado mucho todo lo demás).”
Por mi parte creo que he actuado de la forma más correcta posible. Y deseo que podáis dejar de lado todo esto y disfrutar del recuerdo de vuestro día.
