Ha sido una experiencia buenisima desde el minuto 1 que pedi la cita. Alli, Andrea que fue mi asesora, supo buscar lo que necesitaba y dimos en el clavo con el vestido. Sin duda lo elegiria mil veces! Gracias, gracias, gracias

Fui a probarme distintos vestidos de novia y dicen que hasta que no te ves con el tuyo puesto, no tienes la sensación de decir "es este mi vestido" y hasta que no fui a Aire Barcelona no tuve esta sensación.

Tuve varias pruebas de vestido ya que quise hacer una serie de modificaciones al vestido para que fuera único.
El vestido tenía la espalda entera cerrada con una tela de plumeti, yo decidí abrirla ya que siempre había querido un vestido con la espalda descubierta.
Los puños de las mangas eran del mismo tejido que la tela que cubría la espalda y decidí cambiarlo y poner plumas.

Con estas pequeñas modificaciones conseguí que, aunque mi vestido no fuera diseñado con una modista como era mi intención inicial, fuera único.

El personal de Aire Barcelona fue atento y me ayudó a que los detalles del vestido quedaran bien.

Me quedó el vestido como si me lo hubieran hecho a medida. La atención en las visitas fue genial y el resultado inmejorable. Repetiría.

Compré un vestido y me arrepentí porque tenía encaje en toda la parte de arriba y al final me agobié. Cuándo volví a la tienda superdisgustada, todas me han ayudado a encontrar una solución, superatentas. De esta manera, junto con la modista, Nina, pude cambiar la parte de arriba desde cero. Nina es una profesional increíble, creativa y muy perfeccionista. Me ha hecho un vestido increíble, no podía estar más contenta con el resultado.

Había visitado un montón de tiendas de vestidos antes de entrar en Aire Barcelona y de la primera visita salí maravillada: supieron orientarme perfectamente dentro del estilo que me gustaba, con los detalles que sentaban mejor a mi figura (tipo de fajín, tonalidad del blanco del vestido...). Además, mostraron mucha comprensión con mi indecisión sobre qué hacer, ya que no había podido acudir con mi familia por culpa de los confinamientos de la pandemia. Elegí mi vestido y me fui superilusionada a casa. Cuál fue mi sorpresa cuando al ir a probar el vestido, sin haber engordado, ¡no me valía! Microinfarto a dos meses de la boda... Resulta que habían medido con la cinta del revés (de 150 cm hacia abajo). Cuando la jefa de taller viene a revisar, vuelven a medir mal, dándose cuenta del error... ¡Había una diferencia de 5 cm entre mi talla y lo medido! Me tranquilizan diciendo que en una semana puedo tener el mismo vestido en tienda, de mi talla. Pasado el susto, voy a la siguiente prueba de vestido, y cuando me van a cortar el bajo, nos acordamos del cancán... No me había probado el vestido hasta el momento con ninguno... Así que se marcan solo los arreglos de cuerpo y se deja el cancán para la siguiente visita. En la siguiente visita, a dos semanas de la boda, los arreglos del cuerpo no encajan del todo, y el bajo queda cogido, pero no quedo convencida porque yo no paro de verme el forro. A una semana de la boda, con muchos nervios, acudo a ver los últimos arreglos y me cortan el bajo en el momento. La verdad es que el estado de nervios por esos detalles, que no terminan de estar del todo bien, creo que no son algo que esperas al comprar un vestido de este tipo en una tienda de tanto renombre. Salí contenta, mi vestido finalmente quedó bien, y me encantaba como me quedaba... Pero creo que el trato global, y los fallos cometidos, no son propios de una marca así. Dudé mucho sobre si me habría equivocado al elegir la tienda.

Fui muy guapa y como una princesa, gracias a Aire Barcelona mi vestido fue increíble.

Vestidos espectaculares, trato de 10. En principio no sabía por cuál decantarme, pero en esa tienda es imposible no elegir ninguno. Los arreglos te lo hacen a la perfección y me sentí super a gusto.

¡Me hicieron el vestido perfecto! La atención fue espectacular. Me compré el vestido en el 2020, y el mismo día en el que fui a recogerlo, me cancelaron la boda por la pandemia. Y no tuve ningún problema para la nueva fecha en volver a plancharlo. Mil gracias por todo.

Fui a la tienda de Serrano (Madrid). La atención de Cristina fue maravillosa y la profesionalidad de la modista de 10, inmejorable.

La chica de la atelier fue supersimpática. Me aconsejó los vestidos según mi figura y mis proporciones teniendo en cuenta mis gustos. El trato fue increíble.

Compré los zapatos en Aire Barcelona y no puedo estar más contenta. ¡Muy cómodos!

El trato tanto de las dependientas como de la estilista muy bueno, excepto cuando finalizado el trámite de compra les pido ayuda en cómo lavar el vestido y si no lo llevas a su tintorería no saben cómo lavarlo.

Después de tener malas experiencias con otras tiendas conocidas, llegar a este pequeño rinconcito de Madrid fue, sin duda, mi salvación. Tanto las dependientas como las modistas no pueden entender más de su trabajo. Todo siempre bajo control y con un trato de lo más agradable. En concreto, quiero darle las gracias a la encargada por su paciencia y cariño. Maribel.

Todo es maravilloso cuando vas a comprar, pero una vez que compras y comienzan los arreglos, es todo un desastre. La que me atendió fue la encargada del taller, malas formas, no me daba solución a un problema con el roce del vestido, fui yo quien le dijo que tenía que hacer, todo era o te queda perfecto o no se puede hacer. Hasta el último día el vestido no estaba, tuve 5 pruebas porque el vestido no me quedaba bien cuando lo normal son 3. La verdad que no lo recomendaría.

Miré por internet varios modelos cuando tenía que empezar con la búsqueda del vestido. Pedí cita y fuimos, nos atendió Cristina y genial. ¡Le dije varios modelos que había visto por internet y me fue sacando de ese estilo hasta que dimos con el vestido! Cuando me lo puse me cambió la cara y supe que era ese. La atención de Cristina, espectacular, nos ayudó en todo momento, incluso nos dio cita al día siguiente para que también se probaran mi hermana y mi madre y dio con el vestido perfecto para ellas. ¡Supercontenta con el resultado!