Oculto entre bosques y montañas, rodeado de pastos y caseríos se encuentra este hotel de cualidades mágicas. Si queréis realizar un banquete en un entorno de ensueño, el Balneario de Cestona es el lugar ideal para vuestra celebración, en él recibiréis las mejores atenciones de la mano de profesionales con dilatada experiencia.

Espacios y capacidades

El hotel está rodeado de amplios jardines botánicos con plantas y árboles centenarios, un espacio ideal para degustar un sabroso aperitivo de bienvenida con vuestros invitados.

En su interior, de decoración fiel al estilo Belle Epoque de finales del siglo XIX, tendréis disponibles varios espacios para realizar el banquete.

El hotel dispone de un gran comedor de estilo arquitectónico renacentista con unos grandes ventanales ojivales por donde entra toda la luz natural. Este comedor es ideal para todo tipo de celebraciones y grandes reuniones con una capacidad de hasta 550 personas.

Justo al lado del gran comedor se encuentra el salón teatro con una acústica sorprendente y con una capacidad para 200 personas. Además el hotel cuenta con el comedor de caza, de estilo modernista con frescos de animales ideales para cenas privadas.

El comedor árabe merece mención aparte. Este precioso espacio de estilo mozárabe tiene una capacidad para 160 personas. Está dividido por tres alquerías construidas en honor a la cultura árabe que, con su tradición sagrada de los rituales de agua medicinal, construyeron balnearios en toda Europa.

Servicios que ofrece

El hotel alberga hoy uno de los balnearios más reconocidos a nivel europeo y dispone de las técnicas más modernas de hidroterapia.

Sus 130 habitaciones, individuales, dobles y suites están repartidas entre tres plantas y disponen de todas las comodidades para garantizar un descanso óptimo.

Gastronomía

La cocina del hotel destaca por conservar las raíces de la comida tradicional vasca elaborada con alimentos naturales, frescos y de forma saludable.

Otras instalaciones

El gran salón social con una artística cristalería está anexo a la Sala del Café, con salida directa a la terraza y a los jardines. El hotel dispone de otros salones en la planta baja destinados a todo tipo de celebraciones, reuniones y convenciones.

Historia

Cuenta la leyenda que el descubrimiento de las aguas curativas se hizo cuando en el año 1760 unos perros del Marqués de San Millán se bañaron en unas pozas de aguas calientes que les curaron la enfermedad que padecían. Estas aguas llamadas guesalaga (aguas saladas) se declararon de utilidad pública varios años más tarde.