Me llamo Marta, y me inicié en la fotografía hace 20 años, aunque de pequeña ya trasteaba las cámaras de mi abuelo y de mi padre. Empecé a nivel profesional en el año 2000 con la fotografía documental y artística.

En 2015 me especialicé en fotografía infantil y de recién nacido, a la vez que también fotografiaba mascotas y sobre todo... ¡Caballos!

En el año 2017 inicié un nuevo proyecto: las sesiones de pedida de mano en un entorno idílico... Y sí, con caballos.

La posibilidad de trabajar con caballos en mis sesiones la tengo gracias a que mi familia se dedica al negocio de la hípica desde hace más de 30 años. La combinación entre estos nobles animales y la fotografía de parejas nos hace conseguir imágenes exclusivas y muy románticas.

En el año 2020 pegué el salto con las bodas y junto con mi hermana Susi que me acompaña a cada evento, descubrimos un mundo maravilloso, que nos da posibilidades de desarrollar nuestra creatividad en favor del amor y la felicidad de familias excepcionales, ¡como la tuya!

Me llamo Susi y lo que más me define es que soy una enamorada de los niños, siempre dispuesta a jugar con ellos para sacarles esa mirada picarona y por supuesto, esa sonrisa tan difícil de robar.

La fotografía forma parte de mi vida desde siempre, pues mi familia siempre se ha rodeado de cámaras fotográficas y de esta fabulosa afición. En diferentes ocasiones he sido segunda fotógrafa en el estudio de mi hermana Marta hasta que nos atrevimos con la fotografía de bodas.

Trabajamos codo con codo formando un gran equipo y consiguiendo diferentes puntos de vista de un mismo evento. Solo nos miramos y ya sabemos perfectamente lo que la otra piensa o quiere comunicar en cada instante.

He trabajado como wedding planner durante 3 años en un bonito y exclusivo hotel de montaña, por lo que tengo amplia experiencia en todos los detalles a tener en cuenta y que no pueden escapar en un día tan especial como el de tu boda.