Reservamos la Hacienda Mendoza para nuestra boda de 3 días, durante los meses anteriores la hacienda cambió de gestores. Cuando se nos comunicó, nos pusimos en contacto con los nuevos dueños, y desde ese momento todo empezó a ir mal. Primero hablamos con una persona que no tenía ninguna profesionalidad y que resultó que dejó de trabajar allí a los meses, luego hablamos con otra persona con la que parecía que todo iba a ir bien, revisamos y firmamos el contrato y hablamos de condiciones… hasta unas semanas antes de la boda.

Varios aspectos que habíamos acordado eran:

1. La mejora de un terreno en uno de los lados para poder hacer la ceremonia
2. La construcción de unos baños en la zona del jardín
3. Instalación de iluminación extra en el jardín

Lo del terreno de la ceremonia nunca pasó y se nos comunicó dos semanas antes de la boda, cuando todo estaba listo (sin disculpas ni descuentos).

Con respecto a las otras mejoras, si las hicieron, pero a unos días de la boda, otro gestor (diferente al que habíamos hablado) nos dice por mensaje de WhatsApp que nos tienen que subir el precio del alquiler!!

El día antes de la boda, hablamos con ellos en persona, nos dicen que el gestor con el que habíamos hablado ya no trabajaba allí y que no era el gerente sino un empleado. Al final acordamos dejar el mismo precio.

Cuando llega la boda nos encontramos:

- Mala actitud de las gestoras, parecía que estaban haciéndonos un favor por alquilarnos el sitio

- Recriminaban que habían construido unos baños exteriores, y cada vez que algún invitado usaba el baño público del patio, les regañaban para que usaran los del jardín, los cuales olían a fosa séptica y estaban sucios.

- Nos pusieron pegas con la cena que contratamos con ellos, la cual queríamos que fuera en el jardín y ellos decían que era de pie, tipo cóctel en el patio interior. Tuvimos que pagar 50€ extra para que llevaran la comida a las mesas del jardín.

- Dos de las habitaciones tenían el aire acondicionado roto y hacía un calor horrible, y no se nos avisó ni hizo ningún descuento.

- Nosotros (los novios) nos quedamos tres noches en el hotel, y no se nos limpió la habitación ni un día, ni siquiera había jabón. Teníamos que estar todo el tiempo detrás de ellos para que pusieran papel higiénico, limpiasen aquí o allí, etc.

- El desayuno del primer día fue horrible, había una camarera sola para 40 huéspedes, tostando el pan en una sartén. Estuvimos esperando una hora y media para un café y unas tostadas de mala calidad.

- El último día, cuando vamos a pagar, nos meten en la cuenta 400€ mas por la cara, en concepto de “uso de baños y guirnaldas”. Por tal de no discutir más, decidimos pagarlo.

Para colmo, les ofrecimos que si querían comprar el arco de madera que habíamos hecho a mano para la ceremonia. A los días nos dijeron que si nos lo compraban (a un precio ridículo) y nosotros aceptamos, han pasado 4 meses y no nos han transferido el dinero.

Al final la boda salió bien gracias a que los invitados se involucraron y que nosotros pusimos todo de nuestra parte, pero el estrés y malos ratos que nos hicieron pasar, no se lo deseo a otros novios.

El sitio es muy bonito y tiene mucho potencial, pero no se lo recomiendo a nadie hasta que no cambie la gestión. De hecho, si buscáis comentarios en otras plataformas, veréis que las opiniones más recientes son pésimas.