Cuando visitamos por primera vez la finca, nos enamoramos de sus jardines, su tren y su espacio para la ceremonia. Cuando conocimos a Ana, simplemente supimos que era el lugar. La finca es simplemente espectacular y de hecho recomendamos 100% visitarla a todos los que estéis en “periodo de búsqueda”; tiene espacios diferenciados para cada parte de la celebración y el entorno es simplemente idílico. En cuanto a la organización, Ana es la persona que nos acompañó durante toda la preparación, es una mujer que trabaja con toda la ilusión del mundo y que lo transmite en cada conversación que se tiene con ella. Está siempre disponible y es una persona super clara, lo cual es de agradecer. A nosotros particularmente en el inicio nos informó perfectamente de todo (servicios incluidos, no incluidos, precios, etc) y luego fuimos nosotros los que decidimos qué contratar y qué no. Luego, siempre estuvo abierta a todo lo que quisimos contratar con proveedores externos a la finca y se mostró súper flexible y colaboradora con ellos para poder coordinarlo todo con la propia finca. El menú y coctel (nosotros elegimos el saquito de merluza y salsa crevisé, solomillo de ternera y chessecake) estuvieron igual de deliciosos en la degustación que el día de la boda (no hubo cambios ni de cantidad ni de calidad); y Ana siempre estuvo abierta a asesorarnos para posibles cambios en aperitivos que no nos hubiesen encajado en la degustación. Cuando se fue acercando el día, que es cuando aprietan los nervios y el Agobio, allí estaba ella para marcar la “hoja de ruta” y que siempre supiéramos qué hacer, atendiéndonos incluso fuera de horario para que pudiéramos llevar cosas a la finca y colocarlas, atendiendo a cómo habíamos imaginado todo para poder hacerlo posible…y siempre con una sonrisa. En nuestro caso, todas las previsiones a dos días daban lluvia en varios momentos del día y entendíamos que la finca querría hacerlo todo en interior (nos daba mucha pena, pero entendíamos que es lo que tocaba)…pero ahí estaba Ana para decirnos “yo lo monto todo en exterior por si el día aguanta y, si luego llueve, ya me encargaré yo de trasladarlo a interior para continuar”…fue en ese momento cuando supe que ella miraba por nosotros…porque lo fácil era decir “chicos, dan lluvia y hay que montarlo todo dentro” y nadie se lo habría echado en cara. Deciros que el día de la boda de forma milagrosa no llovió y pudimos tener un día de ensueño, todo salió genial, la organización increíble, la finca super limpia y cuidada y Ana siempre con nosotros informándonos de cuando salir, cuando esperar, donde colocarnos, preocupándose de que comiéramos (super importante) y adaptando todo a cómo se desarrollaba todo y no diciendo “no” a nada. Incluso nos “obligo” a tomarnos 5 minutos de descanso a los dos para estar un momento sentados a solas y “respirar”…que recuerdo con mucho cariño. Durante la fiesta y la barra libre, decir que Sergio (el DJ) nos preparó una sesión con la que todo el mundo disfrutó y que en la barra no se hacían colas gigantes como me ha pasado en bodas a las que he ido como invitado (trabajan bien y rápido). Al finalizar la boda, todos los invitados estaban contentísimos con la finca, la organización, lo bonito que fue todo, la comida…y nosotros encantados con todo el equipo y sin palabras suficientes de agradecimiento por hacer de ese día el más feliz de nuestra vida. Antes de casarnos leímos algunas opiniones relacionadas con que la finca agobia con los tiempos o que no sirve aguas o cosas así…y la verdad es que nosotros no vimos eso; simplemente optamos por confiar en Ana sabiendo que ella ha organizado muchísimas bodas y lo que sentimos es que cada decisión que se tomó antes y durante ese día, se tomó siempre pensando en nosotros y en nuestra felicidad. La verdad es que elegir esta finca fue el gran acierto de nuestra boda…¡muchísimas gracias a todo el equipo!.

No podemos estar más contentos con el trato recibido. Ana es un encanto, estuvo pendiente de todo desde el primer momento y el día de la boda se encargó de que todo saliera de maravilla. La finca es preciosa, el lugar de la ceremonia es amplio y hace que el momento de entrar sea mágico. Gracias a Ana y al ambiente de la finca fue una boda de 10. El servicio de catering estupendo, la comida súper rica, y todos los invitados muy contentos.

Nos enamoramos de la finca en cuanto la vimos, es preciosa, grande y solo se celebra una boda al día, cosa que nos gustó mucho!
Ambiente íntimo, buen servicio e increíble gestión de preparativos previos. Ana es muy profesional, nos asesoró y ayudó a gestionarlo todo y el día de la boda estuvo pendiente de todo.

Nos casamos en Julio de 2023 en la finca la Alcudia. La experiencia fue genial, todos los invitados quedaron encantados con la finca, sus jardines increíbles, todo el staff supe profesional y atento, la comida maravillosa, y su encargada Ana, guiando el evento de manera excepcional. Recomendamos a todas las parejas escoger esta maravillosa finca, para un día único e inolvidable.

Me encantó la finca desde el primer día que la vi. Me vi casando con mi familia y amigos... Simplemente genial. Trato inmejorable pr parte de todo el equipo. Ana nos ayudó en todo momento. No tengo nada que objetar.

Nos casamos el 24 de junio de 2023. Cuando empezamos a preparar el proceso de la boda (enero 2022), visitamos varias fincas, y la última que vimos fue la Alcudia. Desde el primer momento tuvimos muy buenas sensaciones con la comercial de la finca de ese momento (Elena). La finca nos gustó mucho.
En los siguientes meses a contratarlo estuvimos en contacto con Elena, y nos dejó ir en alguna ocasión a la finca para verla decorada para alguna boda y siempre salíamos contentos. Muy a nuestro pesar, en el mes de agosto 2022, Elena nos comentó que tenía que dejar el trabajo, y a partir de ese momento la comercial que gestionaría nuestra boda, seria A.
Decidimos contratar el servicio de wedding completo que ofrece la finca, que según nos comentaron incluía ayudarnos con el proceso de la boda, y el propio dia de la boda para que todo estuviese organizado. Nosotros durante el proceso de la boda no quedamos contentos con este servicio, porque al final el trato con Ana era escribirle correos (los cuales tardaba en contestar) y únicamente se limitaba a decirnos si o no a las ideas que le dábamos, pero no nos aportaba prácticamente ninguna sugerencia nueva. Se limitaba a dar su opinión sobre los que decíamos nosotros.
Llegado el momento de la boda, días previos quedamos con ella para ultimar detalles, organizar los tiempos, etc. Entendemos que organizar los tiempos es importante, y ella está para eso, pero no hay que perder de vista que es una boda, un momento de felicidad e ilusión y si alguna de las cosas no sale exactamente como se había planeado, no pasa nada. Muchos de los invitados se dieron cuenta de las malas caras y formas que tenía A. cuando alguna de las cosas no salía como se había organizado (por ejemplo, entrar un poco más tarde al banquete por hacerse fotos con los invitados que te lo piden, o entrar más tarde a la barra libre porque se están terminando el café).
A pesar de toda la organización que parece que hay que llevar al milímetro, le pedimos que las letras con nuestras iniciales a las cuales les habíamos puesto luz , las trasladase del cóctel a la barra libre, y no lo hizo.
También, en la reunión previa le pedimos a A. que la empresa de fotomatón necesitaba una mesa para poder colocar todo el atrezzo(obviamente pagándolo) y no solo no la puso, si no que a los dueños del fotomatón les hablo de malas maneras diciéndoles que nos les iba a poner la mesa.
Pero sin duda lo que nos parece realmente mal,es que cuando terminas la barra libre (4:30 de la mañana), te obligan a llevarte absolutamente todo lo que habías llevado a la finca para decorarla (cartel de bienvenida de 2 metros, letras iniciales de 1 metro, cajas y más cajas, más carteles, regalos que han sobrado...). A nosotros no nos entraba en los coches que quedaban y tuvimos que estar un buen rato a las 5 de la mañana intentando cuadrarlo porque de ninguna manera te dejaban ir al día siguiente a recogerlo. Únicamente nos permitió guardar una caja de madera vacía bastante pesada, que al decírselo por supuesto, también puso mala cara, y una vez se llevó la caja para guardarla no volvió a salir a despedirse de nosotros.
Todos los servicios que contratamos en la boda (músicos, fotógrafos, florista...) nos escribieron después para comentarnos lo bien que había estado todo y pedirnos feedback. A. siendo la persona con la que teníamos que tener un trato más cercano, todavía seguimos esperando a que nos escriba.
Respecto a la comida todo el mundo quedó muy contento. Los invitados comentaron lo abundante y exquisito que estaba el cóctel, y respecto a la comida del banquete igual, destacando el solomillo de ternera.
También podemos destacar la buena atención de los camareros, y el DJ de la finca.
Creemos que la finca está muy bien y tiene muchas posibilidades, pero que por mucho que todo tenga que estar organizado para que todo quede bien, no hay que olvidar que es un día de felicidad y alegría, y es muy desagradable que la persona que tiene que apoyarte y ayudarte con eso, tenga esa actitud y malas caras si algo no sale como estaba previsto.

La finca es un lugar espectacular y magnífico para celebrar nuestra boda. Salió todo fenomenal y tanto el cocktail como, en nuestro caso, la cena, muy buenos y en cantidad. La atención de todo el personal muy amable, aunque sin duda, lo que fue una suerte fue descubrir a Ana, la organizadora. Sólo podemos tener palabras de agradecimiento por su implicación, profedionalidad, eficacia, esfuerzo, cariño...y todas esas pequeñas cosas que se agradecen tanto en un día tan importante. Gracias, Ana por volcarte tanto y hacernos sentir tan especiales. También agradecer a Sergio su predisposición y profesionalidad para hacer sonar la banda sonora de nuestro día, sois un equipo de 10. Desde luego, 100% recomendable por el lugar, la atención, el menú, la confianza, la flexibilidad y la transparencia.

Fue increíble la boda y el trato sobre todo de parte de Elena. Todo muy bien organizado y preparado para los novios y los invitados, que salieron encantados. La comida y el servicio estuvo fenomenal. 100% recomendable si necesitas una boda con un sitio espectacular, muy buen servicio, y boda exclusiva sin más ceremonias a la vez.

La finca es muy bonita y los invitados quedaron encantados. Tuvimos algún contratiempo, pero Ana salió al paso de todo.

Estamos encantados con todo el equipo que trabaja en la finca. Especialmente con Ana, Viky, Sergio y Elena que son las personas con las que hemos tratado más de cerca. El día de nuestra boda estuvo nublado y finalmente no pudimos realizar el cóctel en el jardín, esa es la única pena que nos llevamos, solo fue culpa del tiempo. Pero consiguieron que la gente estuviera a gusto en la zona de la carpa aunque seguro que en el jardín hubiera sido más precioso aún, me dio mucha pena porque fue lo que más me gustó de la finca. Referente a la comida, estupendo en cantidad y calidad. Fue muy fácil gestionar con ellos proveedores externos y detalles que quisimos que ese día hubiera. Ana nos respondió y dio soluciones a todas nuestras dudas, que fueron muchas. Gracias por la cercanía y el cariño, ¡ese día fue especial y parte fue gracias a vosotros!

Tuvimos una boda preciosa. Nos lo pasamos estupendamente y todo el mundo quedó encantado con la comida, lo bonita que era la finca y lo bien que salió todo. El menú (saquito relleno de merluza, medallón de ternera y tarta selva negra) estaba incluso mejor que en la degustación. Además, la finca ofrece la posibilidad de celebrar todas las partes del evento tanto en el exterior, en sus preciosos patios y jardines, como bajo el techo de la carpa (donde es el baile y también puede ser la ceremonia y cóctel en caso de lluvia), o del claustro, con buena ventilación y con posibilidad de climatización. Esta versatilidad se agradece enormemente cuando no sabes el clima o las restricciones que va a haber el día del evento. Además, pusieron facilidades para cambiar la fecha si la pandemia no nos permitía celebrar la boda como queríamos. Especial mención merece Ana, que se esforzó por ir respondiendo todas nuestras muchas dudas a lo largo del proceso y el día del evento consiguió que todo saliera estupendamente, igual que el resto del personal, al que también agradezco su simpatía y profesionalidad. Creo que tomamos la mejor decisión posible al elegir esta finca para nuestra celebración.

Llegó nuestro gran día y pese a todos los problemas de la pandemia todo salió mejor de los que imaginamos. El equipo de la finca hizo un gran trabajo para que todo saliera genial. Nuestros invitados quedaron encantados con la comida tanto en cantidad como en calidad. El entorno de la finca no puede ser más bonito y la cena al aire libre fue un gran acierto. Sin duda una buena elección para nuestro día B.

¡La finca preciosa, la comida increíble y el trato maravilloso! ¡Millones de gracias Ana y Vicky por hacer posible que nuestro día especial fuera perfecto! ¡El día que habíamos soñado se hizo realidad! ¡Gracias gracias gracias y más gracias!

Lo primero que se agradece de esta finca es que se diferencien del resto de negocios para bodas. Me refiero a que en la finca Alcudia se encuentra un precio justo, con una muy buena calidad en el servicio. Para qué vamos a mentirnos, muchos sitios ofrecen mucho, pero esconden el IVA, o hacen que todo sea un suplemento... Aquí no te va a pasar esto, son muy transparentes. Por otro lado, tienes toda una finca preciosa solo para vosotros, ser la única celebración del día es otro chollo. La finca preciosa, todos los invitados lo dicen. Ana nos acompañó durante todo el tiempo.

La finca es bonita y el trato del principio fue bueno, tenía todo muy buena pinta. Cuando se fue acercando la boda, la cosa cambió. La comercial (A.) nos presionó mucho para anularla, pese a que las condiciones y normativa Covid de Madrid eran buenas (suponemos que a ellos les compensaba más el doble de invitados en verano). Tras insistirnos mucho y ponernos muy malas caras, con nuestros argumentos, accedió. Pero desde ese momento le tuvimos que perseguir para la organización de todo. Un mes antes de la boda (febrero), no se había vuelto a poner en contacto con nosotros, pese a haber quedado en ello. La llamamos nosotros y fuimos a verla. De nuevo nos presionó mucho para que la anulásemos y todo eran problemas (al decirle que seguíamos adelante, llegó a usar expresiones como: no me fastidies). Constantemente en la preparación todo era un problema, y parecía que le teníamos que pedir perdón y justificar cosas personales, como la decisión de casarnos o no hacer brindis de padrino (no somos de ese estilo), nos respondía diciendo que no puede haber una boda sin brindis, casi que cómo se nos ocurre. Al principio de la preparación nos dijo que podíamos dejar un detalle a cada invitado en la mesa, y el día de antes de la boda fuimos a llevarlos, se sorprendió y nos dijo de muy malos modos que ella colocase los detalles era un coste extra (primera noticia, no nos lo había dicho en ningún momento), y tuvimos que hacerlo nosotros. El día de la boda nos retrasamos un poco (no más de media hora), como es normal. Y, al llegar, otra vez nos puso cara desagradable en un día tan importante y bonito para nosotros. Durante la comida, a la mesa de los novios llegó la mitad del cóctel (espero que los invitados sí pudiesen disfrutarlo entero), y al finalizar varios invitados se quejaron porque nos estaba echando a todos de muy malos modos, cuando habían pasado 10 minutos tan solo de la hora final; una de las invitadas, con tanta prisa al cerrar, se quedó dentro de un baño y tuvimos que avisar para que volviesen abrir. Pretendimos hacer una boda sencilla, no les pedimos grandes cosas más allá de que colocasen los regalitos y sirviesen la comida. Queríamos simplemente una comida tranquila, precisamente por las circunstancias Covid. Y, aun así, trato pésimo, no lo recomendamos para nada. Nos fuimos de la boda con mal cuerpo.