El castillo es un lugar precioso dónde cualquier evento queda bonito pero la ayuda de Tony en todo el trayecto, quedándose con todos los detalles y llevándolos a cabo el día de la boda hace que todo salga a la perfección.

Me he casado el día 19 de agosto en el Castillo de Láchar (Granada). El castillo de mis sueños. Desde el primer momento que lo vi, me recordó al castillo de Aladdín y decidí que en ese castillo sería mi boda Disney. Fue un sueño hecho realidad. En todo momento estuve asesorada por Toni, una maravillosa persona que se encargó absolutamente de todo. Me ayudó a encontrar los proveedores; al ser de Barcelona, no conocía a nadie, él me consiguió todo.
Para mi baile montaron, tanto él como Ana, otra de las hadas madrinas, un escenario de película Disney. ¡Fue increíble! Gracias, Toni y Ana, por todo el esfuerzo que dedicasteis a mi cuento. Jamás olvidaré, Toni, tu ayuda, tus carreras para que saliera todo tan bonito. Estabas incluso más nervioso que yo.
Gracias, Ana, por tu paciencia y tu cariño. Y mil gracias al pueblo de Láchar. ¡Toni, Ana, os adoramos!

Siempre quisimos casarnos en un lugar especial y no podíamos imaginar que acabáramos en un castillo. ¡Una boda de cuento! ¡Nos sentimos como príncipes! Nuestro sueño hecho realidad. El castillo es ideal para celebrar la boda, con sus jardines y la belleza por la que destaca. Se convirtió en el escenario en vivo de nuestro cuento Disney, con toda su decoración. Además, pudimos hacernos fotos dentro de sus interiores. A nuestros invitados les encantó. Quiero destacar el papel de Ciara, que fue clave en la organización y desarrollo del evento, junto con el personal que le ayudó, que fue excelente. Los guiones del programa los llevaron perfectos y dio lugar a todo lo que se tenía preparado. Ciara es una gran profesional y el trato con los invitados fue excelente. También sus consejos me ayudaron mucho a organizar el evento. La concejala que nos casó también hizo una ceremonia muy bonita y nos gustó mucho.

Cabe recordar que el castillo es un monumento turístico, y no un salón de bodas, aunque el ayuntamiento lo utiliza como tal, y es por eso que presenta algunas dificultades para poder llevar con antelación el montaje y el mobiliario, tanto por los proveedores como por los novios. Al margen de ello, a nosotros nos ha compensado y no cambiaríamos este lugar de ensueño, que se ha convertido en nuestro castillo para siempre. ¡Con ganas de volver a pasear de nuevo por allí!

Me sentí como una princesa de cuento de hadas, fue el día más bonito de mi vida, lo recomiendo porque no os vais a arrepentir, y agradecer a Ciara y Eli por su profesionalidad.