Me da mucha pena escribir esta opinión, pero se lo comuniqué a ellas y ni me han contestado... Así que quería compartirlo para que no os pase lo mismo porque yo las contraté super ilusionada para la boda, y en la primera reunión me encantaron, eran super simpáticas y nos explicaron que haríamos dos reuniones, una en julio para que les contásemos nuestra historia de amor y les diésemos nombres de "ganchos" entre la familia y amigos para que les contactaran y estos con su ayuda organizasen sorpresas para nosotros en la ceremonia. Nos dijeron que ellas les propondrían cosas, que les animarían etc. Todo sonaba perfecto. Nos casamos en septiembre. En julio les escribí y me dijeron que lo dejábamos para septiembre. Les indiqué que me parecía muy precipitado pero me insistieron que con hacer en septiembre bastaba. Confié en ellas y les mandé por email los "ganchos". Durante todo el verano mis ganchos me preguntaban cuándo les contactarían para empezar a organizar con los invitados las cosas, pero no había señales. A finales de agosto les llamé para hacer la reunión porque no tenía noticias y me dijeron que me llamaban la semana siguiente y que les mandase los datos de ganchos que ya les había mandado. No recibo noticias la semana siguiente, les llamo, y nada. Les escribo un mail indicando que estamos empezando a ponernos nerviosos y no hay respuesta. El lunes siguiente les llamo yo, y me dicen que quedamos el martes siguiente. Recibo un email a mi dirección confirmando la cita. Después me escribe A., que no sabía ni quién era hasta ese momento, y me dice que es nuestra maestra de ceremonias y que a ver cuándo quedamos. Se suponía que nuestra maestra de ceremonias era con la que nos habíamos reunido en junio y ya conocíamos. Les llamo ya muy nerviosa porque a dos semanas de la boda no entiendo nada y me dicen que se habían confundido con otra novia que se llama igual, cuando cada vez que les llamé les explicaba perfectamente qué boda era y el email de confirmación de cita se me mandó a mi dirección. Aun así, aceptamos que nos cambiasen de maestra de ceremonias a dos semanas y quedamos con ella la semana siguiente. Todavía nadie ha contactado con los ganchos a dos semanas de la boda. Nuestros ganchos se empiezan a organizar ya tarde y solos porque asumen que ya poco van a hacer con la maestra de ceremonias. El martes que hemos quedado aparezco y tengo que esperar más de media hora para que se abra la oficina. A. me dice que ya ha contactado a los ganchos y que no me preocupe, pero después me entero que ese "sí sí, ya están contactados" ha sido no hace un tiempo, sino a la misma hora que habíamos quedado. Además para nuestra sorpresa, los ganchos nos dicen que la maestra les ha escrito el siguiente mensaje: "buenas tardes, soy A. y soy la oficiante de la ceremonia de A. e I. Me han comentado que leerás en la boda, por lo que te pediría que me pasarás el texto cuando lo tengas, con el fin de que pueda introducirlo en el guión. Muchas gracias y si tienes algún problema no dudes en contactar conmigo. ¡Un saludo!" Esto no era para nada lo que nos habían comentado, ni en ningún momento nosotros dijimos que iban a hablar ellos, y los ganchos, a una semana de la boda, se pusieron muy nerviosos. No todos pensaban hablar, sino tal y como nos habían indicado, pensaban ser el contacto con el resto de invitados para planear sorpresas. Me dio muchísima pena que finalmente no se incentivase el animar a otros invitados a hacer cosas, que no propusieran ni una sorpresa. Llamé al día siguiente para mostrar esta inquietud, bastante nerviosa. Me asegurasteis que para nada A. quería decir eso y que ya iba a escribirles. No escribió nada a los ganchos rectificando o explicando. De eso me enteré hace nada. Es una pena, y algo que ensombreció una boda y una preparación preciosa. Es lo único que me mantuvo nerviosa. Este clima hizo que ninguno de los dos nos sintiéramos cómodos en mandar nuestra historia de amor, algo que en su día allá por junio nos comentasteis y nos emocionaba. Además, tampoco A. nos lo reclamó después. La ceremonia salió preciosa porque nuestra gente se organizó por su cuenta, y A. que es muy simpática intentó hacerlo todo lo bien que pudo teniendo en cuenta la poca preparación. Nada que ver con otras maestras de ceremonias que nos han comentado y enseñado vídeos después... La nuestra se limitó a simplemente introducir en la boda quién iba a leer en cada momento. Eso podía haberlo hecho sencillamente cualquier amigo, pero confiamos en su día (erróneamente) que ellas ayudarían a crear una ceremonia preciosa, con propuesta de sorpresas a los invitados, etc. Nos da mucha pena poner este comentario y sabemos que son muy simpáticas, pero la organización no ha sido la prometida... Una boda es algo muy importante para los novios, y más aún la ceremonia. Deberían comprometerse mejor con los novios y cumplir con lo que prometen. Es lo único que nos ha dejado mal sabor de boca de la boda. Hemos visto otras maestras de ceremonias que han hecho sentir a los novios muchísimo, que han involucrado a todos los invitados, que han emocionado al público, que se han implicado, que era imposible imaginar la ceremonia sin ellas, y que el resultado era inolvidable. Esas merecen la pena.