Y tras tener que cancelar nuestra boda en Mayo por culpa del Covid, aplazarla a Octubre y estar mucho tiempo pensando si volvíamos a aplazarla... ¡Decidimos seguir adelante con nuestro día! Eso sí, cambiando radicalmente el tipo de celebración. De 140 pasamos a ser 15 (padres, hermanos y sobrinos exclusivamente). Cambiamos de ciudad, de hotel, de vestido (iba a casarme con un vestidazo de Jesús Peiró pero opté por cambiar a algo más sencillo de Apparentia) un vestido más enfocado a las bodas civiles y chiquitinas. Lo pasamos genial, disfrutamos muchísimo, en el hotel nos dieron todas las facilidades y comodidades del mundo (Hotel Spa Villa Pasiega), pudimos disfrutar de nuestra familia más cercana, echando de menos a algunas personas, pero siendo muy felices porque nuestros seres más queridos estaban allí. Mi mejor amiga apareció por sorpresa sólo para darme un abrazo (después de hacerse 600 kms) y luego se marchó de nuevo. Realmente contentos con la celebración. Aún no tengo las fotos de la fotógrafa, que ya colgaré por aquí, pero dejo alguna de las que hicieron los invitados. Si tenéis dudas sobre si celebrar vuestro día o no, mi consejo es que os rodeéis de las personas cercanas y celebréis vuestro amor, ya habrá tiempo de fiestas más grandes, lo importante es quererse!!!!
El contenido del post se ha ocultado
Para desbloquear el contenido, haz clic aquí