La boda de Zeben y Ángela en San Miguel De Abona, Santa Cruz de Tenerife
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El 04/06/2018 52 1 0
Z&Á
04 Jun, 2018
El día de nuestra boda
Por dónde empezar. El día de la boda fue un poco atropellado... Me levanté super temprano porque a las 6:30 am llegaba el peluquero/maquillador a casa. Después de mucho darle vueltas al asunto, decidí no ponerme la tiara, no sé si fue por los nervios, por el agobio, o por las ganas que tenía ya de que acabara de maquillarme y peinarme.
Desde hacía varios días estaba fatal del estómago, una gastritis bastante fastidiosa, pero eso no me quitó las ganas de seguir preparando todo y estar animada.
Sobre las 10 me fui a casa de mi madre, pues allí tenía el vestido y era ella quien me iba a ayudar junto a mi cuñada a vestirme. A las 10:30 y ellas aún sin llegar de la peluquería, en cualquier otra ocasión me habría puesto de mala leche por la impuntualidad, pero cosa rara en mí decidí tomármelo con calma, total, no iba a solucionar nada con la mala leche y los agobios. Finalmente, y en vista de que no llegaban, comencé a arreglarme yo solita... Pero de repente aparecieron, mi madre la pobre agobiada por no haber podido llegar antes. Entre unas cosas y otras me ayudó a vestirme y yo me fui en el coche que venía a recogerme.
Seguir leyendo »La ceremonia fue bastante sencilla en el juzgado, duró como 20 minutos y fue tranquilo todo. Después de ahí nos dirigimos todos a unos jardines que hay justo debajo del juzgado para sacarnos unas bonitas fotos con la familia. Después de risas y fiestas, les dejamos marchar al restaurante y nosotros nos fuimos con el fotógrafo a la playa del Pal Mar, queríamos que nuestras fotos fueran dirigidas al mar, nos encanta.
Después de casi 1 h de fotos, decidí que teníamos suficiente, el dolor de estómago ya me estaba pasando factura y necesitaba reposar de tanta pose. Así que nos dirigimos al restaurante, donde ya nos esperaban todos picoteando y pasándolo bien. Como sorpresa mi cuñada había preparado algo más de decoración, aparte de la que yo ya tenía, la sorpresa me encantó y me hizo muchísima ilusión, no me lo esperaba. Almorzamos y disfrutamos de la compañía de todos, a pesar de que por mi mal estar yo no pude comer, eso no me impidió poder pasarlo genial y aguantar el dolor hasta llegar a casa. Sin duda fue un día precioso y especial que volvería a repetir sin dudarlo ni un momento.
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