La boda de Victor y Sandra en Mucientes, Valladolid
Al aire libre Verano Amarillo 6 profesionales
V&S
07 Jul, 2018El día de nuestra boda
Fue un día maravilloso en el que los nervios estaban a flor de piel, pero gracias a toda la gente que se encargó de organizarlo todos esos nervios desaparecieron en cuanto vimos todo, la decoración floral, la organización de la finca...
Estuve todo el día relajadísima. Por la mañana sesión de peluquería donde mis primas, después sesión de maquillaje en casa de mi mejor amiga y, de repente, llegó la hora de irme a la finca. Allí mi tía me ayudó a vestirme para que el fotógrafo pudiera hacer la sesión de fotos, yo seguí la mar de tranquila.
Todo cambió cuando la organizadora de la finca entró en mi habitación para decirme que había llegado el momento. En ese instante, mi padre (el padrino) entró en la habitación y yo le agarré del brazo, ahí todo mi cuerpo empezó a temblar. Estaba superemocionada... sonaba la canción de la Bella y la Bestia y, de repente, vi a todos los invitados, todas las miradas estaban puestas en mí, en mi vestido de novia, no pude contener las lágrimas de emoción... y al fin llegué al final del pasillo donde mi futuro marido me estaba esperando. Pensé que me iba a dar algo hasta que él me tranquilizó con un beso, el beso más apasionado que jamás me había dado...
Seguir leyendo »A partir de ahí empezaron todas las lecturas que familiares y amigos habían preparado para nosotros... ¡no podía dejar de llorar ni un solo segundo! No puedo expresar lo que se siente cuando tanta gente a la que quieres te dice esas cosas tan bonitas... después de todas las lecturas pasamos a hacer el ritual de la arena, cada uno echamos en un tarro una arena de diferente color simbolizando la unión que estábamos a punto de formalizar. Después nos intercambiamos unas pulseras grabadas con nuestros nombres y, por último, llegó el tan ansiado "yo os declaro marido y mujer, podéis besaros" (he de puntualizar que el maestro de ceremonia era un amigo nuestro disfrazado de Elvis, un puntazo). ¡El momento arroz, confeti... fue una auténtica locura, nos tiraron de todo! Y de ahí pasamos a hacernos la sesión de fotos juntos.
En el cóctel aprovechamos para saludar a la gente y sacarnos fotos con ellos. ¡Hicimos una entrada en la carpa del restaurante triunfal, todo el mundo de pie mientras cada uno de nosotros íbamos por un lado de la carpa hasta juntarnos en el medio cantando la canción Como yo te amo de Raphael y Rocío Jurado, más de la mitad de los invitados echaron alguna lagrimilla!
Durante la cena tuvimos varios momentos emotivos, regalos a amigos, a padres y un baile que todos los invitados nos había preparado para nosotros, fue todo perfecto. Abrimos el baile con un popurrí de estilos musicales (vals, sevillana, macarena...) para terminar con una coreografía de mi película favorita: Grease. A continuación, pasamos a la barra libre donde todos los invitados y nosotros lo dimos todo.
Todos los pasamos genial y todos alucinaron con el lugar, las decoraciones y la comida.
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