La boda de Ruben y Raquel en Pedrola, Zaragoza

El día de nuestra boda

El día de mi boda fue maravilloso, intenso y familiar. Lo celebramos en el Castillo de Bonavia situado en Pedrola, en un jardín muy bonito, fue una ceremonia breve pero intensa, leyeron amigos, hermanos, primas. Mi chico y yo estábamos tranquilos una vez que nos vimos, ya no había vuelta atrás, después de la ceremonia nos fuimos a hacer fotos muy bonitas y románticas. Mientras, los invitados disfrutaban de unos aperitivos riquísimos que elegimos meses antes, a nosotros nos guardaron, ¡pero casi nos quedamos sin jamón!

Pasamos al salón, se nos hizo raro presidir la mesa, todos nuestros invitados degustaron el menú tan rico que habíamos elegido, fuimos a saludar a todas las mesas y alcahuetear lo que se decía en cada mesa.

Cuando nos dimos cuenta, estaban poniendo la canción para la tarta, qué bonito momento, pero la tarta no se cortaba, lo bueno que nos llevamos la espada. El postre les encantó, un tomate de la huerta.

Dimos los detalles a todos los invitados, a los niños les encantó el suyo, y las chucherías tambien. Nuestros amigos nos entregaron nuestro regalo más entretenido. Ya se casarán ya...