La boda de Roberto y Alexia en Navalcarnero, Madrid

He de reconocer que cuando llegué allí estaba nerviosa, había tenido mil conversaciones con Mónica, y aunque confiaba ciegamente en ella, no sabía cómo habría quedado, pero tanto Mónica, como Nuria y todo su equipo hicieron un trabajo de 10. El montaje de la ceremonia, era perfecto infinitamente más bonito de lo que yo me había imaginado, el montaje para la cena era sencillamente espectacular.

Tras ver cómo habían decorado la finca, me vestí, y allí estaban las personas más importantes que solo ellas cuatro, me cuidarían y me mimarían para colocarme cada detalle como solo ellas saben, mi quería tía que es como una madre para mí, mi abuela, que es mi segunda madre, mi prima que más que prima es mi hermana del alma, y por supuesto mi madre, ella mejor que nadie sabía cómo me debía vestir.

Cuando comenzó la ceremonia, no tenía nervios, solo ilusión, y muchas ganas de ver a todos los invitados, todos estaban tan guapos y tan ilusionados, que lo único que quería era abrazarles a todos.

Cuando acabó la ceremonia y llegó el cóctel, fue el momento de los reencuentros, de las risas y de saber que esa noche prometía y mucho, la cena fue espectacular gracias a uno de los mejores catering de Madrid, El laurel, y la música y toda la noche de barra libre que vivimos fue de ensueño.

Y una cosa más, solo deciros a aquellas que aún no os habéis casado, es el día más especial de vuestra vida, haced la boda que os guste que no os condicione nada, yo no pude ser más feliz que ese día, y creo que todo el mundo debe vivir un día tan especial como el que vivimos Rober y yo.

Y un consejo, si realmente queréis una boda única y llena de detalles, os recomiendo a Mónica de Colores de Boda.