La boda de Ricardo y Leticia en Miranda De Ebro, Burgos
Verano Rojo 1 profesionales
El 21/06/2014 1.958 1 6
R&L
21 Jun, 2014
El día de nuestra boda
Para empezar a contar el maravilloso día que vivimos primero voy a empezar a contar el día previo a la boda ya que parecía que todo iba a salir mal, quedamos con unos amigos en una bar por la tarde para tomar algo y empezó a llover y llover y llover... Estaba diluviando y nuestro ánimo por los suelos. Preparamos la iglesia para que todo estuviera perfecto y continuamos la tarde quedando con amigos. Fuimos a cenar y nos llegó una foto de uno de los recordatorios de la boda y no me lo podía creer, la fecha estaba mal puesta, todo hay que decir que muy profesionales el día de la boda estaba arreglado.
Nos metimos a la cama a la 1 de la mañana después de dejar las maletas preparadas para la luna de miel. El día de la boda me levante a las 7 de la mañana y el cielo estaba despejado y comenzaba a hacer calor todo preveía que el tiempo nos acompañaría, y así fue. Sorprendentemente era el día que más tranquila estaba. En la peluquería a las 8 y a las 11 iba de camino a coger el ramo y a casa a ponerme el vestido de novia que con tanta ilusión había elegido. A las 11:35 me esperaba en el portal un precioso Citroën 11 ligero preparado para la ocasión y creo que seré la primera novia que llega pronto el día de su boda, a las 11:55 estaba ya en la iglesia de las ganas que tenia de que empezara todo.
Seguir leyendo »El novio nervioso perdido cuando empezó a oír los pitidos del coche se giró para no verme, los nervios estaban en todo su apogeo. La entrada a la iglesia con el cantante de Saitu cantando Por ti seré y ese intercambio de miradas entre nosotros es indescriptible. La ceremonia la pasamos riéndonos a carcajada limpia mientras los invitados se preguntaban de qué nos reíamos. A la salida el diluvio de arroz que nos echaron nada tenía que envidiar a la tormenta del día anterior y nuestros compañeros de gimnasio nos tenían preparado un paseíllo de kettelbells.
La sesión de fotos fue nuestro momento de relajación, aunque de camino a ella pasé un pánico horrible cuando el conductor decidió hacer derrapes en una rotonda con el coche de más de 60 años de antigüedad mientras mi marido estaba disfrutándolo.
El resto del día paso muy muy muy rápido entre las miles de lágrimas de emoción de todos, sobre todo de mi padre y mi suegra, y todas las risas. En el Restaurante Lola de Berantevilla lo tenían todo perfectamente preparado. Teníamos un montón de detallitos preparados para nuestros invitados; tarjetas de agradecimiento, figuras de novios para repartir, rosas de gominolas hechas por mi marido, reparto de la liga con la música se Sexy Thing de fondo, álbumes de fotos para nuestros padres, lanzamiento de ramo y algunas sorpresas de nuestros amigos.
Por la noche continuamos con la fiesta y cuando ya los pies no nos aguantaban más y decidimos irnos para casa un ángel de la guarda apareció y nos llevó hasta la puerta en coche. Se lo agradeceros siempre
Cuando ya pensábamos que todo había terminado todavía nos aguardaba una sorpresa más, unos invitados se habían colado en casa y nos habían dejado en la cama una cesta con una botella de vino y una de champan, para terminar bien el día. Siempre recordare este día y es gracias a todas esas personas que hicieron que ese día fuera tan especial. Y como dice la taza que le regale aquel día a mi marido "te volvería a decir que sí un millón de veces más".
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