La boda de Raquel y Gabriel en Mérida, Badajoz

El día de nuestra boda

El día de nuestra boda fue maravilloso, mejor de lo esperado. Media hora antes de llegar a la Ermita de la Soledad de Badajoz, el novio, o sea yo, no estaba preparado ni vestido, había estado acompañando a mi hermana, mi madre y hasta a mi futura mujer (hasta ese momento) a la peluquería. Antes de salir a la ceremonia tuve que llamar a mi pareja, de que no se apurara a salir porque todavía yo no había salido de casa y a las 12 pm teníamos que estar entrando por la puerta de la ermita, ya que el tiempo era contado al haber una misa a las 13 pm.

A mí me llevaron unos amigos en coche (que, por cierto, se confundieron de camino) y a ella un hermoso Cadillac que habíamos alquilado. Los nervios por mi parte llegaron en ese momento, todo empezó a ir muy de prisa y al minuto de llegar a la ermita vi llegar el coche que traía a mi futura mujer, fue muy cómico porque ella se encontraba fuera de la iglesia y yo unos metros más adelante, entrando por la puerta. Vamos, que hemos entrado uno detrás del otro, casi con la misma música.