La boda de Pepa y Jose Rubén en Valencia, Valencia

Llega el chófer que me llevará a Jardines de la Cartuja. El viaje muy tranquilo, chispeando, dirigiéndonos hacia las nubes negras que venían desde Sagunto, vamos escuchando la marcha nupcial, preciosa, muchas risas.

Llegamos a la Cartuja y ya está el novio esperándome, se le ve super nervioso, ¡y no me dejan bajar del coche! Sigue chispeando. Allí ya estaba todo el mundo con sus mejores galas, abrigos de pieles… Hacía un frío que pelaba ¡y yo en tirantes! Es fantástico, también está mi coro esperándome y cantándome...y al fin deja de llover, ¡bien!

Sale el novio rumbo al lugar de la celebración, la novia, luego mi sobrina con los anillos (la pobre está muerta de frío pero lo hace super bien). Lo hemos ensayado mucho en casa. Y luego entra la novia con el padrino, su hermano, una risa que no veas. Al haber llovido se me clavaban los tacones en la tierra y un escalón por en medio. Clarisa y Silvia, de la Cartuja, lo hicieron super bien avisándome de todo y diciéndome que todo iba de maravilla.

Llego al lugar de celebración y comienza todo, ¡pasa todo tan rápido! y eso que la ceremonia dura una media hora larga, el coro cantando como ángeles. ”Eu sei que vou te amar”, “Oh happy day”, “Ce mois de mai”, canciones preciosas. Intercambiamos anillos, hacemos el ritual de la rosa mientras suena “La Vie en Rose”, firma del acta y fin con salida nupcial, maravilloso, super rápido y super tranquila. Pensaba que iba a estar muy nerviosa pero no.

Tiran el arroz, pétalos de flores… El coro sigue cantando, todo el mundo te felicita, ¡es maravilloso! ¡Qué bien nos lo estamos pasando y cuánta gente!

Mientras los invitados se van a tomarse el aperitivo nosotros nos vamos a hacer fotos por los Jardines de la Cartuja. Es fantástico este lugar, no solo por el entorno, sino por lo bien que nos han atendido en todo momento.

Luego entramos con los invitados a la zona de los Cisnes que era donde se estaba sirviendo el aperitivo, seguimos saludando y dando besos a los que se nos han escapado o han llegado tarde. Unas cuantas fotos con los amigos, unos vinitos, muchas risas, y muy divertido.

Nos vamos al salón, allí todo el mundo estaba comiendo chuches, firmando en el libro de firmas y en el árbol de huellas. Está todo espectacular, todo el mundo muy contento. Sigue haciendo un frío que ni os imagináis pero yo ni lo noto.

Entramos en el salón mientras suena la BSO de Gladiator, brindis con todos los invitados. Nos dirigimos a nuestra mesa presidencial pasando por en medio de todos nuestros amigos, ¡qué sensación más bonita, están todos aquí porque nos quieren, es nuestra boda!

Llegamos a la mesa presidencial, nos sentamos y ¡oh, sorpresa! ¿Por qué suena música? Esto no estaba organizado, ¡SORPRESA! Mi primo me dedica una canción compuesta por él sólo para nosotros. Es fantástico, ¡es un showman! ¡BRAVO, BRAVO, mis tíos también actúan con él! Qué regalo más maravilloso, no lo esperaba, mi primo estaba de gira y no podía venir.

Luego empiezan a servir la comida, que menú más bueno, los vinos, el mojito de sorbete, el solomillo de segundo, esta todo espectacular. La gente está super contenta.

Llega el momento del ramo, me levanto mientras suena Bruno Mars, “Marry you”. Nadie sabe a quién le vamos a entregar el ramo. Nos paseamos por todo el salón y al final paramos en mi amiga Marie y Víctor y se lo damos. En ese momento Marie está entera, pero en cuanto el fotógrafo deja de hacer fotos se pone a llorar, pero media hora, ¡no podía parar de llorar! Fue muy emotivo y un momento maravilloso. ¡Que rápido está pasando todo!

Nos sirven los postres, tarta de cheesecake con fresas ácidas y petazetas de chocolate, ¡pero cómo puede haber un postre tan bueno! A mí casi no me da tiempo de comer, hay mil cosas que hacer, fotos con todas las mesas, es super divertido.

Los amigos del novio han preparado una sorpresa, ¿pero esto qué es? Se empiezan a pasar unas pelotas de basket, hay tres, ¡qué locos están! Cuando las sueltan en la mesa presidencial casi la rompen. ¿De qué están llenas? Madre mía, esto no se puede abrir, ¡pesa un quintal! Al final estaban llenas de céntimos, arroz, lentejas, papel de periódico y una pasta aislante, ¡qué divertido!

Apagan las luces, y sale la tarta, ¡oh!, ¿ya estamos ahí? ¡La tarta! pero ¿cómo puede ser? La cortamos, nos damos un beso, volvemos a brindar, cogemos los muñequitos, (que por cierto son una monada) y empieza todo el mundo a gritar: ¡Vivan los novios ,vivan los novios! ¡Qué momento más mágico!

Nos reparten la tarta y al poquito se apaga todo otra vez y empieza a sonar nuestro vals, by Anthony Hopkins. Nadie lo conoce pero es fantástico. Os lo recomiendo. Empezamos a bailar, ¡qué momento más mágico! parecía que estábamos solos en la sala, con todo apagado, la gente en silencio, el foco que nos iluminaba solo a nosotros. Por favor ¡que salga alguien más a bailar ya que me muero de la vergüenza! Al final salen mi hermano y mi cuñada, mis tíos y mi suegro con mi cuñada. ¡qué momento, qué momento!

Empieza la disco móvil, photocall. La gente empieza a pedirse los cubatas. Idiotizador en el jardín, todo super divertido, bailando y disfrutando de nuestra boda como un día único. Momento de estar con los amigos, con la familia que hace tanto que no ves y hacerse fotos divertidas, comer golosinas en nuestra mesa de chuches y pasar un buen rato.

Llega el final de todo, se enciende la luz, los amigos nos cantan y corean y nos vamos a nuestro nidito de amor.

¡¡VIVAN LOS NOVIOS!!