La boda de Patricia y Diaga en Torrevieja, Alicante
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P&D
20 Abr, 2013El día de nuestra boda
Hola a todos/as,
Empezaré contando cómo llegamos al día de nuestra boda.
Más o menos un año antes del gran día algo ocurrió que me hizo darme cuenta de que no podía vivir sin él, no estaba planeado ni mucho menos, pero algo superior a nosotros y que no podíamos controlar nos separó durante 3 interminables días. Creo que fueron los 3 días más largos de mi vida. No contaré exactamente lo que pasó por respeto a él ya que es personal, lo siento.
Mi ahora marido no es español y yo sabía que él nunca iba a pedirme que nos casáramos por si yo pensaba que era por interés así que lo primero que hice nada más verle la carita fue decirle que nos casábamos, no fue una pregunta, fue más bien una afirmación. No se me va a olvidar nunca su cara de felicidad.
Esto nos lleva al 20 de abril, ¡el día más feliz de mi vida!
La verdad es que no empezó muy bien porque pensábamos que llovería con los nubarrones que había y la boda era en exterior, pero justo una hora antes nos salió un sol espléndido. Mi prima, que es peluquera, fue la encargada de mi peinado, estaba ella más nerviosa que yo, porque no le salía como en la prueba, de hecho yo estaba tan tranquila que el chico del restaurante (allí era la celebración) me dijo que tenía que estar a las 18.45h y no llegué hasta las 19h (se me pasó la hora por completo, me puse a hablar con amigas que estaban en casa y se me fue la hora), pero bueno, la novia tiene que llegar tarde ¿no? Y allí estaban nuestros familiares y amigos que nos hicieron unas lecturas preciosas. Mis padres, que fueron nuestros padrinos, lo organizaron todo para que fuera nuestro día perfecto, y así fue, con fuegos artificiales y todo.
Seguir leyendo »Durante la cena, todo genial, ya sabéis, lo típico: ¡¡que se besen los novios!! Llevaron cartulinas para poner puntuación a nuestros besos, alguna vez suspendimos y sacaron mejor nota los padrinos.
Llega el momento del baile, y yo de los nervios porque el señorito no quiso ensayar ni una vez en casa, y pensaba que nos iba a salir un churro, pero por suerte me equivoqué. Fue tan romántico y bailamos tan abrazados que más de una estaba con el pañuelo a moco tendido.
El momento discoteca fue una pasada, con amigos bailando sin parar coreografías (hay que decir que muchos de ellos son africanos y tienen el ritmo metido en el cuerpo), animando sin parar. Además, ese día era especial, el cumple de mi padre, así que le sorprendimos mi hermano y yo con una tarta en forma de gorro de cocinero (que a eso se dedica).
Lo único amargo de la historia es que un mes después nos entraron a robar en el piso y se llevaron las joyas que llevábamos en la boda, además del susto que te deja en el cuerpo cuando llegas y lo ves todo patas arriba. Pero eso no me va a quitar el recuerdo tan maravilloso de nuestra boda.
Siento no haber sido más explícita con algunos detalles, espero que os guste. Un saludo a todos/as.
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