La boda de Palmira y Alberto en Madrid, Madrid
Elegantes Verano Rojo 2 profesionales
P&A
31 Ago, 2013El día de nuestra boda
El día de mi boda fue... "muy nuestro".
La mañana comenzó fenomenal. Me bajé a la peluquería de mi amiga quien ya había peinado a otra amiga e invitada y donde quedé con la fotógrafa. Otra amiga, por supuesto, y maravillosa profesional quien no se quiso perder ningún momento para poder fotografiar cada instante.
Después del maquillaje llegaron los momentos más divertidos y los nervios. Las llamadas, el no saber colocar el vestido, las fotografías accidentadas, visitas inesperadas... hasta la llegada a la iglesia.
La ceremonia fue genial, el cura muy divertido, cercano y nuestra complicidad hizo de la ceremonia un momento muy especial. Y la salida llena de besos, ¡viva los novios!, sorpresas, cofeti de mil colores y... de arroz que mi madre y yo estuvimos preparando la semana anterior en unos saquitos que simulaban rosas de papel seda. Tan bonitos eran que hubo invitados que se los quedaron de recuerdo.
La llegada al Mirador de las Rozas fue mágica. Al atardecer las antorchas, las velas daban un toque idílico al maravilloso jardín, sus pérgolas y sillas blancas y rojas. Nuestra entrada para la cena fue genial saludando a todo el mundo y por supuesto de lágrimas emocionadas al oír la canción "Alegría" en memoria de un maravilloso amigo que falleció por culpa del cáncer, gran payaso profesional y gran persona que de esta forma también estuvo en este día tan importante en nuestras vidas.
Seguir leyendo »El toque divertido del cóctel y la cena la pusieron los amigos y los familiares quienes se sentían como en casa. Se entregaron a la fiesta e hicieron que nosotros nos divirtiéramos y riéramos durante la cena sin parar.
Al final de la cena, el baile: una balada de rock, sí de rock ,"The reason" y un baile sin coreografía... Un baile lento, lleno de nuestras miradas.
Y a la apertura del momento de barra libre y "despiporre" la gente alucinó con el espacio creado por mis amigas y por mí. Mi amiga Anaïs hizo una tarta de chuches de 70 centímetros. Era preciosa y estaba riquísima. Al otro lado un estudio con focos para que Noelia y su compañera de Pensamiento Visuales retrataran la cara más divertida de los invitados más intrépidos que se disfrazaron y posaron con los complementos y pelucas más alocados. Y en el centro de todo un caballete con un lienzo y un árbol pintado por mí donde la gente dejó su huella (quedó precioso) y un libro de firmas (también hecho por mí) con fotografías tomadas la misma tarde que dijimos a Noelia que nos casábamos y decidimos hacer una sesión fotográfica por el campo.
Bailamos, reímos y disfrutamos del resto de la noche como nunca. Los invitados quedaron encantados y mis amigos no paran de repetirnos cuando nos volvemos a casar para repetir ese gran día.
Dicen que pasa volado, es cierto. Dicen que es el día de la novia, también es verdad. Me sentí como una princesa, mi vestido era espectacular y la modista hizo un gran trabajo con los últimos retoques. Dicen que luego no recuerdas nada y que te queda una sensación de vacío pero yo recuerdo cada instante y me quedo con la sensación de un día mágico.
Y eso es sólo el comienzo de nuestra vida juntos que continuó con un viaje de novios, "muy nuestro", sin agencias ni hoteles ni contratos, sólo con los billetes de avión, las maletas y un coche de alquiler con el que nos recorrimos toda Escocia. Así comienza nuestra aventura...
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