La boda de Pablo y Leticia en Plasencia, Cáceres

El día de nuestra boda

Una experiencia maravillosa, inolvidable y especial. ¿Qué se puede decir del día más importante de nuestras vidas?

Pues que el día 9 de julio hizo mucho calor después de una semana de tormentas. Llegó el sábado y el calor hizo patente, unos 38 grados aproximadamente que se notaron en la piel de todos nosotros, pero es lo normal, estamos en julio. Si hubiéramos querido frío nos hubiéramos casado en invierno.

Todo parecía un sueño, la verdad es que no nos enterábamos de nada, fue todo tan rápido que iban pasando las horas, hablando con los invitados, riendo, bailando,…

Decir que la ceremonia fue muy emotiva y se notó en los invitados atentos a cada detalle de este momento mágico. Pero en fin, ya se acabó, tanto tiempo esperando y preparando el gran acontecimiento y se fue diluyendo de nuestras manos poco a poco sin darnos cuenta.