La boda de Pablo y Inés en Málaga, Málaga

El día de nuestra boda

Recuerdo perfectamente todas las sensaciones de ese día. Creo que quedaron grabadas para siempre en mi memoria. Comencé el día desayunando con energía, y recibiendo tanto al fotógrafo, como a la peluquera y el maquillador. Todos en casa, era una fiesta desde muy temprano.

Entre tanta gente, sólo tuve un minuto de estar a solas frente al espejo justo antes de ponerme el vestido, y me dije: ¡ala, ya va a comenzar tu nueva vida!, cada vez que vuelvo a casa de mis padres y veo ese espejo de la que fue mi habitación, recuerdo de nuevo todas las sensaciones de ese maravilloso día.

MI padre fue mi padrino, y a ambos nos acercaron a la Iglesia en el coche que yo había elegido, adornado con unas preciosas flores. Al llegar, mi madre y una amiga me ayudaron a salir y me colocaron bien tanto el velo como la cola del vestido. Al entrar, sonó la preciosa música del grupo Jazzrín, más bonita si cabe que en los días anteriores que habían estado ensayando. Estaba plenamente feliz, rodeada de absolutamente todas las personas que quiero en este mundo, y por supuesto, mi novio esperándome en el altar. ¿Qué más podía pedir a la vida?