La boda de Pablo y Elizabeth en Málaga, Málaga

Todo fue perfecto. Mi primo, que es como un hermano desde pequeño, se ofreció a ser nuestro chófer con su coche. Y así fue. Precioso quedó como coche de novia. Llegó a eso de las 17 horas para recogerme.

Fuimos para la Iglesia del Carmen en Málaga a una velocidad más lenta de la que esperaba. La anterior boda aún no había terminado y teníamos que hacer tiempo.

Al final, a las 17:45 horas estaba saliendo de mi coche para entrar a la iglesia. Allí me esperaban mis damas, emocionada y yo más aún al verlas tan guapas y esperándome. La gente esperaba emocionada dentro de la iglesia. Comenzó a sonar nuestra canción especial de entrada, Cannon de Johan Pachelbell y empecé a entrar del brazo de mi padre.

Toda la misa fue preciosa. Hubo gente que me dijo que en varios momentos no encontraban pañuelo para secarse las lágrimas, sobre todo en el momento más especial de la boda: la lectura de mi carta sorpresa que le escribí a Pablo. Fue un momento precioso. Él no tenía ni idea y se emocionó. Salía todo directo del corazón, como yo quería.

Después de eso, todo pasó muy deprisa. Salimos de la iglesia y nos fuimos a la zona de Muelle Uno y Alcazaba, con poco tiempo para las fotos. Pero Sweet Studio supo remediarlo. Un mes después del gran día ya tenemos nuestras fotos y son, ¡preciosas!

Al poco rato, ya que la otra boda retrasó todo y teníamos el cóctel a las 20:30 horas en Hotel Cortijo Chico, nos fuimos de la sesión de fotos. Al llegar al hotel, todo el mundo nos esperaba en el cóctel e hicimos entrada al jardín. Allí la gente comía y bebía como si no hubiera un mañana. Después nos dijeron que el cóctel fue genial. Que no faltaba nada y que comieron tanto que al llegar al menú no tenían apenas hambre.

La elección de Hotel Cortijo Chico fue la mejor. Siempre atentos a todo, pero sin agobiar, mucha coordinación entre el personal, que fue muy rápido en sacar los platos de la cena y todo. La gente lo agradeció porque, a eso de las 12 de la noche ya empezó la barra libre. Todo el mundo, hasta la gente mayor agradeció esa rapidez, porque si se alargaba demasiado, echaría para atrás a mucha gente.

La cena, la barra libre, el baile, la recena, las sorpresas...Todo fue genial. Nos sentíamos muy felices por ver que todo marchaba genial y que la gente estaba muy cómoda y pasándolo estupendamente. Yo me sentía genial con mi vestido de novia (Tuva de Luna Novias 2016, comprado en BrideSecret), veía a Pablo guapísimo, con su traje de corte chaqué inglés, comprado en Protocolo (El Corte Inglés), mis padres emocionados y radiantes, los suyos también.

En definitiva. Fue un día maravilloso, tal y cómo imaginábamos, que acabó en nuestra suite que nos regalaba el hotel, con unos trajes llenos de manchas que reflejaban la felicidad que ese mismo día sentimos.

15-10-2016