La boda de Moisés y Sarai en Los Realejos, Santa Cruz de Tenerife

El día de nuestra boda

Fue un día mágico, la verdad es que no me lo esperaba así, todo salió según lo previsto, ya que bautizamos también a nuestra princesa, lleno de emociones, ya que había pérdidas familiares.

Lo más divertido fue cuando salimos de la iglesia, nos tiraron unos 3 kilos de arroz y confeti, tuve que sacudirme hasta cansarme. La sorpresa vino después, cuando la familia apareció con una caja blanca en la que había 2 palomas blancas preciosas y las echamos a volar mi chico y yo. Todo seguía genial, pero teníamos algo muy importante que hacer antes de ir a la celebración, ir a ver a 2 personas muy importantes, que eran mis abuelos que, por motivos de salud, no nos pudieron acompañar. Cumplimos, sí, que era lo más importante.

De ahí seguimos hacia el bar, donde todos nos esperaban, entramos con música y brindamos por un futuro lleno de alegrías y felicidad. Seguidamente, nos llenamos las panzas y a bailar y a sacarnos fotos con un photocall que nos regalaron, muy divertido, con labios, bigotes y demás, todo hasta las altas horas de la madrugada, con nuestros amigos. Y seguido hacia el hotel.