La boda de Miguel Angel y Alexandra en Palau De Plegamans, Barcelona
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M&A
13 Mar, 2015El día de nuestra boda
Hola a todas, normalmente se explican crónicas de la boda pero yo lo haré algo distinto.
Mis nervios empezaron el día 12, justo un día antes de la boda...¿sabéis lo que es estar mirando el tiempo en Tv3, Telecinco, Accuweather, Eltiempo? Seguro que las que os habéis casado lo habéis sufrido, y las que vais en camino de hacerlo, os aseguro que también lo sufriréis... ¡pues ponía que llovía! he de reconocer que meses atrás le decía a la gente que me daría igual lloviese o no, el amor iba a triunfar igual...pero cuando vi que llovería quería morirme solo de pensar en las fotos, video, ¡mi vestido de 2000€!, imaginaos, llamando al cámara, al restaurante. De quitado eso, ¡fue un día genial!
Amanece el día 13 de marzo, mi gran día (salió el sol), y hasta que no llegué a la peluquería, como que la cosa aún no iba conmigo... estaba tan tranquila. Pero cuando vi que se iba mi madre, mi cuñada, y acto seguido yo, entré en pánico, solo deciros que me dejé la paniculata para adornar el pelo en casa y tuve que volver.
Seguir leyendo »Entré a las 12 en la peluquería y salí a las 15h. Menos mal que los reporteros iban con retraso y pude ir tranquila, pero no me acordaba de que el coche de alquiler llegaba a las 16h, así que imaginaos, 15.25 y empezábamos con las fotos... un caos en casa de mi madre in-cre-í-ble... no le deseo a nadie estar en un piso de 57 metros cuadrados con unas 25 personas por ahí... tenía pánico escénico a que alguien pisara mi vestido, y sobre todo a los saludos efusivos, ¡no podía dejar que nadie me desmaquillase o despeinara! Cuando acabamos las fotos suspiré y pensé: tranquila o de hoy no pasas.
Bajé a la calle y ahí estaban esperando amigas y vecinos, parecía que se casaba Cayetana ¡y sólo era yo! ¡la de toda la vida!
Monté en mi coche de alquiler y ahí volví a entrar en pánico, el autobús aun no había salido porque faltaban algún que otro invitado, así que nos tuvimos que poner a dar vueltas con el coche y coger el camino más largo para llegar más tarde que ellos... me estaba ahogando con el vestido, entre nervios, y todo... ¡al fin!
Llegamos, la Porxada de Can Sidro fue el lugar donde decidimos casarnos. Fue como lo que tengo con mi marido: amor a primera vista, y volvería a casarme mil veces mas con él y con ese restaurante.
Allí estaba Sonia mi compinche, mi mano derecha en un día tan importante la organizadora de mi boda, tranquilizándome y guiándome mis pasos. Sin ella nada hubiera sido igual. Salí del coche del brazo de mi padre y mientras sonaba “Thousands years” en la versión de banda sinfónica, empecé a caminar hacia el altar... y allí estaba él, aguantando las lagrimas (pero al final cayeron, apuesta ganada), con el pañuelo en la mano.
Toda la ceremonia fue espectacular... para mÍ el mejor momento fue cuando mi hija nos trajo los anillos. Estaba tan preciosa ese día, y hizo todo espectacularmente bien.
La ceremonia finalizó con la canción de Marry you, de Bruno Mars, caminando mientras todos los invitados nos lanzaban el arroz (algunos a mala ostia, todo hay que decirlo).
Acto seguido, empezamos con las fotos de invitados y las fotos de reportaje que mas abajo veréis. Tanto el fotógrafo como el videoreportero fueron geniales, un trabajo espectacular. También volvería a repetir, en ningún momento noté que estuvieran allí, nada más que durante nuestro reportaje y súper flexibles en todo.
Llegó la hora del pica-pica y luego nuestra entrada al salón, que la hicimos con la canción de Rianna, Diamonds, ¡una caña! Todo el mundo alzados moviendo las servilletas sin parar, y al llegar a la mesa nupcial, mi ya marido me besó apasionadamente recostándome sobre su brazo.
¡Fue una cena genial! Muchos de nuestros invitados sacaron segundos platos y sorbetes y nos reímos un montón.
La entrega de regalos sin duda fue muy especial, creo que en la vida he llorado tanto, de hecho ya no sé si lloraba de la emoción o de la borrachera que llevaba, ya que me pasé mas tiempo en la boda bailando y bebiendo que comiendo. De la manera que fuese, fue especial.
En nuestra salida al pastel sorprendimos a los invitados, yo iba sentada y mi marido tiraba de mi y el pastel en un carrito... y sonaba la canción de Aero Smith, Don't Wanna Close my Eyes.
Y la gran sorpresa a mi marido, ya que sin que supiese nada le cante la canción de il divo-hasta mi final. Fue un momento precioso que el hoy aún recuerda.
Nuestro baile nupcial fue lo mejor de todo. Nos dijimos tanto con tan poco, con solo unas miradas y al ritmo de la canción de Righteous Brothers - Unchained Melody.
Y nuestra boda finalizó con un genial Discotequeo que duró 4 horas. Tenia tanta pena de que terminase ese día que amplié 2 horas de barra libre, nos gastamos 1000€ más, pero volvería a repetirlo una y otra vez..
Así que deseo de corazón que a todas las que vais a vivir ese día tan especial en poco tiempo, disfrutad todo, cada paso, cada detalle, cada prueba de vestido, de menú... disfrutad como si no hubiera un mañana, porque lo cierto que casarse, solo se casa una, una vez en la vida.
P.D. Aunque yo volvería a casarme... ¿Qué decís las demás?
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