La boda de Mauro y Anna en Barcelona, Barcelona
Modernas Verano Morado 3 profesionales
M&A
05 Sep, 2014El día de nuestra boda
Nos casamos a las 17 h, fue un día que pasó muy rápido y que sin duda alguna repetiría. La verdad es que yo pasé muchos nervios porque pensaba que no llegaba a tiempo al altar y solo hacía que padecer por mi marido, pero al final llegué.
Cuando empecé a hacerme las fotos en casa empezó a llover, pero en el momento que salí por la puerta salió un sol radiante y cuando llegué a la iglesia ya se había secado el suelo. Fui en un Volkswagen Touareg de color negro, comodísimo por cierto para poder bajar del coche.
El momento de la iglesia fue muy bonito, recuerdo mucho como mi primita pequeña se emocionó al llevarnos los anillos, ¡no podía parar de llorar!
A nuestra salida, nuestros amigos empezaron a cantar, salimos saltando de la iglesia, nos pusieron una traca, nos tiraron pétalos de rosa y nos regalaron dos copas de cava y ahí realizamos el primer brindis como marido y mujer.
Nosotros fuimos al restaurante en coche y a mis invitados les puse un autocar para que pudieran beber con tranquilidad y no preocuparse por tener que conducir.
Seguir leyendo »Nuestro convite lo realizamos en Turó del Sol. Es el único restaurante que miramos. ¡Contentos es poco! Todos nuestros invitados nos felicitaron, un excelente aperitivo y muy buena comida.
Jordi fue quien nos llevó nuestro gran día, todo lo que quisimos se hizo realidad. He de decir que nosotros organizamos una boda muy intensa porque hubo muchas sorpresas sin que mi marido y yo estuviéramos enterados, yo hacia él, el hacia mí, de nuestros amigos, todo aquello que necesitamos, él nos lo facilitó y lo supo organizar a la perfección.
Los camareros, no tengo palabras. Si en algún momento puntual oían que queríamos o necesitábamos algo, al minuto lo teníamos encima de la mesa. Fueron cariñosos y muy amables, todo el personal fueron miembros de nuestra familia esa noche. Enhorabuena también a nuestra dj por poner todas las canciones que se le pedían.
No hay día en que no recordemos nuestra entrada al restaurante, la hicimos bailando, pero la diferencia es que hicimos partícipes a nuestros padres de ese momento, así que fuimos los 6 los que hicimos la gran entrada. Desde ese momento solo recuerdo que tanto nosotros como nuestros invitados permanecimos sentados para comernos el plato y ya está porque en todo momento había algo que hacer, ¡muchas sorpresas! Por lo que todo el mundo se levantaba y bailaba.
No me quiero olvidar del equipo de fotógrafos de David Caballé, no pudieron descansar ni un minuto, para nosotros fueron miembros de nuestra familia esa noche, y creo que así los hicimos sentir, recuerdo que nos dijeron “sois los primeros novios que estáis más pendientes de los fotógrafos que de los propios invitados”. He de decir que a mí me gusta mucho trabajar en equipo, ese día teníamos que ser unos buenos jefes y hacer que nuestro equipo hiciera un trabajo estupendo, ¡y así fue! Pero he de añadir que se ganaron un puesto en nuestros corazones por las ganas que pusieron desde el minuto uno y la ilusión que nos transmitían.
En resumen, las palabras exactas de nuestros invitados fueron: “nunca habíamos vivido una boda así, una celebración única, ¡casaros otra vez por favor!”. Sin duda alguna nuestros 25 años de casados los volveremos a celebrar a lo grande.
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