La boda de Marcos y Luciana en Portals Nous, Islas Baleares

Apenas llegar al banquete cambié los tacones por unas bailarinas, la mejor decisión que pude tomar.

La fiesta fue inolvidable, en una cueva natural con cena a la luz de las estrellas y con vistas de toda la bahía de Palma, junto a todos nuestros seres queridos celebrando con nosotros este día tan importante en el que pasamos a ser todos una gran familia.

Una semana antes de la boda nos quedamos sin catering para la recepción, pero como dicen que todo lo malo tiene algo bueno, así fue, ¡de milagro conseguimos un catering dispuesto y disponible para salvarnos! ¡Todo salió perfecto! La gente estaba encantada, hasta nos felicitaron por la elección.

Como no podía ser de otra manera, la unión de un mallorquín y una argentina, decidimos hacer una cena tipo buffet con los platos que más nos gustaban: Paella y asado argentino para que la gente comiera lo que quisiera cuantas veces quisiera. Había tres paellas de diferentes tipos y asado a la estaca, así como un buffet de ensaladas espectacular que nos prepararon los del catering.

Uno de los pocos pedidos especiales de mi novio fue la tarta nupcial. Quería cardenal como tarta. Lo encargamos en Lloseta y nos prestaron una base con brazos, ideal para la ocasión. Además, quería que lo partiéramos con una espada que él había comprado de “El señor de los anillos”, que por cierto también hizo grabar nuestras alianzas con nuestros nombres en élfico. Son cosas que yo no hubiera ni imaginado hacer pero que cuando las recuerdo me sacan una sonrisa y me hacer dar cuenta de que la boda fue perfecta porque tuvo un poco de cada uno.

Para la animación durante la recepción vino una violinista especializada en tango, ¡buenísima! y para sorprender a nuestros invitados preparamos un vals con una profesora que juro obró milagros con mi (ahora) marido. ¡Bailamos toda la noche!

Es verdad cuando dicen que el día de tu boda pasa volando. La mejor inversión que se puede hacer es un buen fotógrafo y si el bolsillo lo permite con vídeo también. Al final lo mejor que queda son los recuerdos y momentos compartidos con tus seres queridos y las fotos y videos ayudan a revivirlos.

La boda la empecé a organizar en serio 2 meses antes y casi sin ayuda externa al estar mi familia repartida por el mundo, que la semana anterior me ayudó mucho con los últimos detalles ¡y sí se puede! Parece que no, ¡pero al final todo sale!

No puedo hablar de mi boda sin referirme a todos los profesionales, a todas las personas que trabajaron para hacer de este día algo mágico e inolvidable. ¡Siendo muy importante también contar con un grupo de trabajo dedicado y que se ve que ama lo que hace!