La boda de Luis y Luza en Fresnedilla De La Oliva, Madrid
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10 Sep, 2016El día de nuestra boda
Lo teníamos claro, queríamos algo sencillo, original e íntimo. Todos los detalles fueron elaborados por nosotros mismos. Nos casamos no solo una, sino, dos veces. Todo lo comenzamos a planear con un año de antelación.
Lo primero elegir el lugar, queríamos una finca cerca de Madrid, no una donde organizaran bodas, sino una donde nosotros pudiéramos hacerla a nuestro gusto. No fue fácil, pero en cuanto la vimos fue amor a primera vista. Elegimos una finca en Fresnedilla del Olivo. Una casa de piedra con un picadero de caballos que serviría de escenario para nuestra historia.
Nos casamos el día 9 de septiembre por lo civil en el Ayuntamiento de Arganzuela. Super recomendado que busquéis la cita allí, ya que la Casa del Reloj está ubicada continua a El Matadero de Madrid, y es un espacio excelente para haceros unas buenas fotos. Como bien lo podéis ver.
Después del sí oficial, cogimos nuestras maletas y a nuestros invitados rumbo a Fresnedilla de La Oliva a preparar el espacio para la ceremonia más especial, la del día siguiente.
Seguir leyendo »Toda la decoración de la finca la preparamos nosotros: palets, pizarras, fotos y atrapasueños fueron los elementos principales. El rosa coral, fue el color principal de la decoración; el mismo de la chaqueta del novio y los zapatos de la novia. Los chicos debían ir de vaqueros y tirantes de colores, y las chicas de colores vivos.
La ceremonia fue el plato fuerte: el guion fue elaborado por la novia y su mejor amiga, la maestra de ceremonia; en la que otros familiares intervinieron. Los invitados sentados en alpacas formando un círculo acogieron a la pareja. Música seleccionada para cada momento del guion y para terminar una canción colectiva sellaron la historia de amor.
El novio no había visto a la novia arreglada antes de la ceremonia. Él parecía tranquilo y relajado, pero en cuanto ella apareció por la puerta, se echó a llorar de la emoción, y con él, todos los invitados. ¡Faltaron Kleenex!
Luego un menú muy sencillo: entradas, hamburguesas y cervezas; hicieron que los invitados se sintieran como en la terraza de nuestra casa. Un emotivo brindis, el discurso de los padrinos y para rematar, nuestra tarta de torrijas hecha por el novio, un gran pastelero.
Al final de la noche luces de bengala y una copa aquí y otra copa allá, acompañaron la celebración que duró hasta las 6 de la mañana.
Quedamos superfelices con nuestra boda, todo salió como lo planeamos. Nuestro consejo para quienes estáis preparando vuestro día es que cojáis muchas ideas para inspiraros, pero que al final logréis imprimir vuestro toque especial a este día tan inolvidable. ¡No os compliquéis mucho, ni tengáis más de 50 invitados!
Si queréis más detalles de la boda o si os llamó algo la atención, no dudéis en escribirnos, os lo contamos todo con mucho cariño.
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