La boda de Ludmila y Jesús en Marugan, Segovia
Al aire libre Verano Verde 3 profesionales
L&J
30 Jul, 2016El día de nuestra boda
Nuestra boda fue de lo más especial porque la hicimos como quisimos, totalmente personal y artesanal. Tuvimos la suerte de que mis padres nos prestaran la casa de campo de un pueblito en Segovia. Allí, en el jardín, hicimos ceremonia simbólica oficiada por un tío de Jesús, cóctel, cena sentados y baile.
Durante ese mes fuimos jardineros, electricistas, carpinteros y artistas. Gracias a la familia el jardín quedó limpito y le dimos nuestro toque de flores. Jesús hizo carteles preciosos para la entrada, incluido uno de flechas de ciudades en las que habíamos estado y de las que somos cada uno. Yo hice globos aeroestáticos de papel maché para colgarlos en el cable de la guirnalda también hecha a mano, decoré botellas para las flores e hice los conos para el arroz.
La temática de la boda fue de viajes, lo que más nos gusta a los dos. Cada mesa era una ciudad donde hemos estado o vivido representada con una foto de nuestros recuerdos. Alrededor de los árboles también colgamos fotos de nuestras vivencias. Además yo soñaba con tener una furgoneta hippie vintage, y así fue.
Seguir leyendo »Todo empezó con la salida del novio y la madrina con la banda sonora de fondo del último Mohicano, seguido de mí y el padrino con la banda sonora de la vida es bella. Me encantó que nuestros votos a la hora de intercambiar los anillos fueron totalmente personales, cada uno dijo lo que sentía por el otro, fue una sorpresa maravillosa que esperábamos escuchar ese día.
Además dejamos que nuestros hermanos y amigos más allegados salieran a decir unas palabras. El catering que contratamos hizo un trabajo excepcional, desde la atención hasta la calidad del producto, se llaman Esgo Events y son de otro pueblo de Segovia, Aldea Real. Gracias a ellos cenamos a la luz de las velas y tuvimos una velada fantástica.
La guinda del pastel la puso el dj de la empresa Dándote Ritmo, combinado con el saxofonista Francis. Hace ya casi dos meses de la boda, pero escribiendo esto aún me emociono y sonrío de lo felices que fuimos ese día. Lo único triste es que se pasa ¡volando!, ¡ojalá pudiera rebobinar!
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