La boda de Lara y Mikel en Bilbao, Vizcaya
De noche Invierno Rojo 1 profesionales
L&M
23 Feb, 2013El día de nuestra boda
¡¡GOLPE DE BODA!!
Sí, eso es, no había otra fecha que el 23F, así que con humor, nieve, frío, granizo y mucha felicidad, nos casamos a las 6 de la tarde en la preciosa iglesia de la Encarnación.
Todo fue precioso... ¡y atípico! La ceremonia comenzó con una introducción hecha por nuestras hermanas en la que, junto con unas marionetas y un PowerPoint, hacían un recorrido por nuestras vidas, nuestros viajes, nuestras ilusiones y nuestros proyectos. Un fragmento del libro de "El principito" y la lectura de "Construir sobre Roca" de Mateo 7, fueron nuestras lecturas. Entre "Bendita tu luz" de Maná, y "Bésala" de la Sirenita, leíamos nuestros votos de boda, muy al estilo americano. Mientras yo hablaba de mi amor incondicional hacia él y de promesas de amor eterno, él hablaba de caminar juntos, siempre, de la mano, y ayudándonos en las cuestas. No faltaron ni los anillos ni las arras, ni por supuesto el primer beso de amor como marido y mujer.
Seguir leyendo »Al salir de la iglesia, todos nuestros amigos y familiares nos esperaban. Iluminamos el cielo de luz con farolillos tailandeses, para que toda esa gente que ya no está formara parte de este día tan especial.
Como no, no todo fue perfecto. El viento de aquel día hizo que un farolillo no volara hacia arriba sino que lo hiciera hacia mi cola, que comenzó a arder...Gracias a Dios, fue apagada rápidamente por el padrino y no quedó en más que en una anécdota curiosa.
También tuvimos algún que otro amigo cabroncete que apareció en la boda con un bigote a lo “Antonio Tejero” y gritaban: "¡Quieto todo el mundo!". Vamos, menudo cachondeo.
El cóctel, la cena, todo fue perfecto. La gente reía, se les veía a todos felices, lo que hizo que ese día fuera todavía más especial. Y llegó el momento del baile, nuestro primer acto matrimonial ¡y lo hicimos genial! Dirty dancing nada menos, con salto incluido por supuesto, adaptado a nuestras capacidades, pero quedó chulísimo. La gente se emocionó y todo. Y de ahí, todos saltaron a la pista de baile a darlo todo. Estuvimos disfrutando hasta las 3 de la mañana en el hotel, con buena música, buena compañía, ganas de cachondeo y buena bebida...
... ¿se puede pedir algo más?
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